La divisa estadounidense subió 25 centavos y cerró a 37,54 pesos. Fue la segunda suba consecutiva. El tipo de cambio mayorista trepó 47 centavos y llegó a 36,65 pesos. La licitación de Leliq finalizó con un rendimiento promedio de 72,5 por ciento anual. La tasa máxima pagada fue de 73,9 por ciento.
El dólar subió a 37,54 pesos, con un aumento de 25 centavos. El tipo de cambio mayorista anotó una suba aún más importante. La cotización con la que operan los bancos, los grandes inversores y los importadores se ubicó en 36,65 pesos, al aumentar unos 47 centavos. Se trata de la segunda suba consecutiva del dólar. El Banco Central apenas movió las tasas de interés. La licitación de Leliq finalizó con un rendimiento promedio de 72,5 por ciento, con un leve retroceso respecto del 72,6 por ciento del miércoles. La tasa máxima pagada fue de 73,9 por ciento. La autoridad monetaria aspiró 152.373 millones de pesos con las Leliq.
El dólar mayorista sigue por debajo del pico de 41,25 pesos registrado a finales de septiembre pero esta semana empezó a recuperar ritmo. El rendimiento de las inversiones en pesos entre el 50 y el 70 por ciento, pese a que resulta tentador para muchos inversores, no logró frenar las expectativas de devaluación para los próximos meses ni dio vuelta el proceso de dolarización. Economistas del mercado plantean esta combinación macroeconómica (tasas altas y devaluación persistente) como un problema importante para recuperar una senda de crecimiento.
Juan Carlos de Pablo fue uno de los más críticos esta semana. “Cuándo suben las tasas de interés y el dólar a la vez, te acercás al diluvio universal y querés sacar entradas para el Arca de Noé”, dijo. La declaración grafica una sensación que reina entre los inversores. El economista planteó que “si tenés la tasa de interés del 70 por ciento un fin de semana es una cosa. Ahora si la mantenés por varios meses te cambia todo y tiene consecuencias”. De Pablo mencionó que la política monetaria y cambiaria es inconsistente con el resto de las políticas económicas y que la falta de un programa antiinflacionario potencia la desconfianza.
El volumen de operaciones cambiarias en el mercado mayorista se ubicó en 595 millones de dólares. La cifra fue un 10 por ciento mayor respecto del miércoles. La jornada comenzó tranquila e incluso se llegó a observar una baja de 18 centavos en las primeras horas. Pasado el mediodía comenzaron a registrarse un incremento en las órdenes de compra que impulsaron el precio de la divisa. Se llegaron a comprar dólares a 36,70 pesos, unos cinco centavos por encima del precio final de la jornada. En los mercados de futuros hubo un volumen de contratos equivalente a 1044 millones de dólares. El 60 por ciento de las operaciones se hizo a octubre y noviembre, con una cotización de 37,28 y 38,91 pesos, respectivamente.
El clima internacional no colaboró para moderar las presiones cambiarias. Las bolsas de Estados Unidos bajaron hasta un 2,1 por ciento y las acciones locales que cotizan en Nueva York volvieron a marcar fuertes caídas (ver aparte). El país no consigue recuperar la confianza ni de inversores locales ni de fondos internacionales. Ahora uno de los principales puntos de incertidumbre es político. En los informes financieros que circulan entre empresarios de la city se indica que ya no interesa si la Argentina ordena o no sus cuentas macroeconómicas. En el mundo los inversores están viendo que puede pasar el próximo año con las elecciones.
En lo que refiere a las reservas internacionales, finalizaron en 48.492 millones de dólares, con un incremento de 224 millones de dólares. En el Central informaron además que hubo un pago de deuda a acreedores internacionales por 128 millones de dólares debido a los intereses de los títulos Bonar 2025 y Bonar 2037.