Los candidatos se enfrentan con las expectativas por el futuro de Vaca Muerta y las repercusiones que podría tener a nivel nacional.
La expectativa por las elecciones en Neuquén no sólo son políticas sino también económicas. Por un lado crece el temor por el avance en las encuestas del candidato apoyado por el kirchnerismo, Ramón Ríoseco, que potencia el fantasma del regreso de Cristina Fernández de Kirchner y, por otro, la incertidumbre de quién será el encargado de administrar Vaca Muerta, uno de los mayores yacimientos de petróleo y gas. Este domingo 10 de marzo el Movimiento Popular Neuquino (MPN) buscará la reelección del gobernador Omar Gutiérrez, quien se enfrentará con Rioseco por Unidad Ciudadana y Horacio “Pechi” Quiroga de Cambiemos. Según las encuestas, como favorito se mantiene el mandatario con el 29,8%, seguido por el candidato kirchnerista con el 26,6% y con el 21,3% el postulante de la Casa Rosada. En diálogo con PERFIL, Ríoseco denunció que el «Gobierno está preocupado porque quiere instalar la idea del desgobierno, la campaña del miedo, con nuestra supuesta incapacidad de gestionar». Según expresó, la gestión que encabeza Mauricio Macri percibe su crecimiento es los sondeos y sus «posibilidades de ganar la provincia». «Estamos muy contentos porque vemos que estamos creciendo y vemos las posibilidades de ganar la provincia. Estamos viviendo un cierre de ciclo después de casi 60 años», expresó en referencia al espacio MPN.
Para Ríoseco, sus posibilidades de ganar radican en la «desilusión de la gente» con Macri porque «les ha entorpecido la vida» y, en ese sentido, arremetió contra sus contrincantes: «Los dos representan el mismo espacio. El gran peligro para Neuquén es Macri porque él generó inseguridad jurídica». Además, consideró que Macri «va a pagar el costo a nivel nacional», en referencia a las elecciones nacionales donde considera que ganará Fernández de Kirchner. «Cristina va a ser la candidata», agregó. Sin embargo, en diálogo con PERFIL, Quiroga rechazó el «supuesto crecimiento» de Ríoseco en las encuestas porque «la sociedad neuquina recuerda muy bien el gobierno de Cristina Fernández. Estamos asistiendo a la resurrección de Vaca Muerta. Cualquier posibilidad de vuelta de Cristina no hay duda que sería nefasto para la provincia de Neuquén».
«Si gana Rioseco sería muy perjudicial para la economía de los neuquinos. Tan perjudicial como que gane el Movimiento Popular Neuquino (MPN) porque en definitiva tienen el mismo ADN, no es neutro en esto. Mucha más despilfarrador seriales son los del MPN que el propio Rioseco. Cualquiera de los dos sería un atraso», enfatizó el candidato de Cambiemos. La estrategia que mantiene el gobernador es es una superación de la grieta y la defensa de su gestión. Pese a las acusaciones de su supuesta amistad con el Presidente, Gutierrez intenta separarse de los referentes nacionales y la grieta. «Ellos son delegados de los proyectos centralistas a los que sólo les interesan los recursos de los neuquinos. Mientras nosotros recorremos la provincia, ellos se la pasan en los aeropuertos esperando a sus jefes porteños para que les dirijan la campaña», expresó.
¿Habrá consecuencias en la economía? Las miradas están puestas atentamente por el futuro de Vaca Muerta. Se trata de la segunda reserva de gas y la cuarta de petróleo no convencionales de todo el mundo, según la Administración de Información Energética (EIA). Esos recursos garantizaron inversiones de u$s5.000 millones el año pasado y podrían generar u$s7.000 millones este año. «No hay ningún dirigente político, salvo algunas excepciones, que no tenga relación directa con los grandes operados que llevan adelante inversiones en Vaca Muerta», explicó a PERFIL Arnaldo Bocco, economista y director del Departamento de Economía y del Observatorio de la Deuda Externa. Por ese motivo, pese a las promesas de los candidatos, Bocco considera que no habrá «ningún cambio» en la gestión de Vaca Muerta porque a la mayoría «les interesa que todo siga igual».
El miedo de una victoria de Ríoseco radica en las posibles consecuencias económicas que podría haber en el país ante el posible regreso de la ex presidenta. Al menos eso deja trascender el gobierno nacional. El economista Roberto Cachanosky advirtió a PERFIL que como distrito electoral Neuquén «es menor en términos de cantidad de electores» como para «generar una tendencia nacional». Sin embargo, Cachanosky no descartó que la victoria kirchnerista «pudiera afectar el tipo de cambio» aunque aclaró: «Tampoco es una suceso en termino de inversores». El economista y diputado Daniel Arroyo desmintió rotundamente las especulaciones económicas sobre las elecciones del próximo domingo. Según resaltó a PERFIL, «el problema de la volatilidad y las dificultades que tiene Argentina no tienen que ver con un posible triunfo del peronismo en Neuquén sino con dos cosas; el cambio del contexto internacional y las inconsistencias de la economía». «El hecho de subir las tasas por las nubes, de tratar de sostener el dólar y el a
juste que hace bajar la recaudación, es lo que ve cualquier inversor. El problema es económico no político. El Gobierno haría mal en tratar de creer que el problema es la oposición. El problema es que las variables económicas no están funcionando y no cierran. Eso no llama a nadie a invertir», finalizó Arroyo.