Pese a la liberación de ese mercado, el Ministro de Energía, Juan José Aranguren, convocó a una reunión con las petroleras para pedirles congelar el precios de los combustibles por dos meses. Explicó que se trataría de una medida «temporal» y que las compañías podrán seguir con los incrementos una vez que se descomprima la inflación (lo que ocurriría entre julio y diciembre, según creen en el Gobierno). Los empresarios que analizaban una «recomposición» superior al 10%, no están de acuerdo. Pero Aranguren tiene de su lado a YPF. Como contrapartida ofrece ceder recaudación en los impuestos del sector.
En la reunión que mantuvo ayer el ministro de Energía, Juan José Aranguren, con los representantes de las principales petroleras del país, el funcionario les habría pedido congelar los precios de los combustibles por dos meses, a pesar de la devaluación y el alza del barril de crudo, que está en su mayor nivel en 5 años.
El objetivo del pedido es no sumar ruido económico a la delicada situación financiera y cambiaria, según trascendió de fuentes cercanas al encuentro realizado en la sede de la cartera de Energía.
Pero los empresarios están menos convencidos que el Gobierno de su propia propuesta. En efecto, hasta última hora de ayer no había acuerdos. De todas maneras, habrá nuevas reuniones.
Aranguren ofreció a cambio, según publicó el diario ‘El Cronista’, que el Estado ceda recaudación del Impuesto a los Combustibles (ITC), recientemente modificado en la reforma tributaria.
También ‘Ambito Financiero’ afirma que «está en estudio una baja de un porcentaje de los impuestos, se está pensando que la ayuda estatal podría evitar una suba del 2,5%. Ese aporte surgiría de dos impuestos, uno es el impuesto a los combustibles y otro al impuesto al Dióxido de Carbono».
Las empresas pretenden aumentar los valores en las terminales a partir de la suba en el barril de petróleo crudo, y el hecho de que el dólar se haya acomodado por encima de los $22.
Ante ese escenario, el cálculo realizado por las compañías es que se necesitaría una «recomposición» superior al 10%. En el encuentro mantenido durante la jornada, Aranguren ratificó que el precio de los combustibles los fija cada compañía, pero a la v ez hizo un reconocimiento tácito del error que cometieron al liberar el mercado.
Como sea, pretenden ahora volver a sentarse en la mesa de decisiones y Energía lo hará presentando una propuesta técnica para administrar las subas que les corresponden a las firmas.
Por lo pronto, las empresas se fueron con el convencimiento de que YPF, cuyo controlante es el Estado, congelará los precios durante al menos 60 días, y eso las «obligaría» a atenuar sus ajustes para no quedar fuera de competencia.
Otra versión afirma que la propuesta oficial incluye la sugerencia de que las compañías opten por recuperar entre julio y diciembre los aumentos no aplicados entre mayo y junio, ya que según Gobierno, la inflación iniciará un camino descendente. «A todos nos conviene bajar las expectativas inflacionarias», fue el argumento que se utilizó para intentar llegar a un acuerdo de partes, según publicó ‘Ambito Financiero’.
El día después de las elecciones, con el crudo Brent a US$57 por barril, Macri creyó que el petróleo iba a volver a bajar y podríamos disfrutar de bajas periódicas en los valores de las naftas. En ese momento, las consultoras ubicaban al crudo entre los US$50 y US$60 por barril.
Sin embargo, medio año después el panorama cambió por completo: ayer el petróleo superó los 76 dólares en Londres. En abril, estaba a US$67 con un dólar entre los $20 y $20,50. De esta manera, el Gobierno se ve obligado a recalcular…
Otra vez Argentina se encuentra en la situación paradójica: precios locales desenganchados de los mundiales, como ocurrió durante la era K y principios de este gobierno, que lleva 2 años y medio, con las naftas corriendo en línea con la inflación, superándola incluso en los últimos meses.