Lo reconoció el procurador general de la provincia, Jorge Miquelarena.
El único que sigue al frente de esa oficina es el fiscal general Omar Rodríguez, que se ve tapado de trabajo por la demanda de causas cuya complejidad queda expuesta en las audiencias de debate.
El procurador diferenció a los delitos contra la administración pública de otros hechos penales comunes que suelen ser más llamativos.
Pero en estos casos son funcionarios que tienen una buena cobertura profesional de abogados defensores y además frecuentan los mismos ámbitos de los integrantes de la fiscalía, con lo cual hay un componente social en los que se cruzan amistades del club, de la escuela o ex compañeros de trabajo.
Miquelarena advirtió que para cubrir la demanda se recurrió a fiscales de otros ámbitos como ocurrió con Héctor Iturrioz, Alex Williams o Marcos Nápoli que tienen sus respectivas ocupaciones.
Adelantó que pedirá al Consejo de la Magistratura para que se convoque a cubrir un cargo como fiscal general para la oficina única de delitos contra la administración pública.
