Los médicos confirmaron el diagnóstico a la madre de la joven: la infección había entrado en el torrente sanguíneo de Andressa a través del piercing.
Andressa Souza, una joven de 20 años, murió después de que un piercing que se realizó en el labio se le infectara y acabara dañando a su cerebro. Los hechos ocurrieron en un hospital del sur de Brasil.
Su madre, Maria Aparecida da Silva, ha asegurado ante los medios locales que la joven se había hecho el piercing en el labio dos meses antes de desarrollar la infección, aunque no recuerda el lugar donde le realizaron la perforación.
Al poco tiempo de realizarse el piercing la joven comenzó a notar cómo se le inflamó la zona y se le hinchó el labio. A esto se le sumaron fuertes dolores de cabeza y fiebre que hicieron que tuviera que acudir al hospital. Los servicios médicos del hospital descubrieron que la joven había desarrollado una infección cerebral después de su nueva perforación en la boca.
«Vimos que tenía la boca muy hinchada, no había como moverla. Estaba tan hinchada que no había como sacarla [el piercing]. La infección pasó al torrente sanguíneo y de ahí se alojó en el cerebro», explica la madre, según recoge Daily Star.
Los médicos confirmaron el diagnóstico a la madre de la joven: la infección había entrado en el torrente sanguíneo de Andressa a través del piercing, y ya se había apoderado del 37 % del cerebro de la joven.
Ante la gravedad, Andressa tuvo que ser ingresada en una Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital da Vida en Dourados, al sur de Brasil, donde pasó 24 días ingresada, del 15 de junio al 9 de julio. Finalmente la joven no pudo superar la infección y falleció.