La tragedia ocurrió el pasado domingo 15 de septiembre, cuando alrededor de 60 fieles musulmanes se dirigían en micro a una celebración religiosa. 25 nenes murieron, al igual que 10 adultos, y decenas de pasajeros terminaron heridos, en el estado de Kaduna, al norte de Nigeria.
El vehículo de gran porte transportaba ciudadanos que se identificaban como sufíes de la orden Tijjaniyya, que se encontraban en viaje hacia la ciudad de Saminaka con motivo de formar parte de las festividades del “Mawlid nabaoui”, que se celebra en conmemoración del nacimiento del profeta Mahoma.
“Es muy desafortunado que lo que se planeó como una celebración resultó en tragedia. Alá sabe lo que es mejor, no podemos culparlo”, declaró a EFE Alhamid Sanusi, miembro del Consejo Estatal de Imanes y Ulemas de Kaduna.
De acuerdo a las declaraciones de Kabiru Nadabo, el jefe de la agencia de seguridad vial en Kaduna, fue el conductor del micro quien perdió el control del vehículo y terminó chocando de frente contra un camión articulado, por presunto exceso de velocidad.
“El autobús estaba sobrecargado y el conductor iba a gran velocidad cuando ocurrió el accidente”, fue lo que informó Nadabo frente a la prensa local, para explicar el motivo del accidente.
Del reporte policial, se registra que fueron 48 los heridos que debieron ser trasladados a diferentes hospitales cercanos al lugar en el que ocurrió el accidente.
Las autoridades locales lamentaron que 10 de los heridos murieron al día siguiente de la tragedia. Los restos del micro dan cuenta de la gravedad del accidente que terminó con víctimas mortales.
Es frecuente que este tipo de siniestros viales ocurran en Nigeria, según registran las autoridades locales, y se debe a la imprudencia al volante de los conductores, el frecuente exceso de velocidad y, además, no cumplen con las normas de circulación.