Moyano y sindicalistas oficialistas acuerdan enfrentar al Gobierno

Será el 1 de Agosto en la CGT y responde al pedido del papa Francisco de unificar la central obrera. El camionero sumó al opositor Gerónimo Venegas pero también a los hasta ahora oficialistas Omar…

miércoles 24/07/2013 - 23:00
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Será el 1 de Agosto en la CGT y responde al pedido del papa Francisco de unificar la central obrera. El camionero sumó al opositor Gerónimo Venegas pero también a los hasta ahora oficialistas Omar Maturano de maquinistas y Roberto Fernández de Colectiveros. El problema que puede tener Cristina después de octubre.

Hugo Moyano reunirá el 1 de agosto a tres de los líderes más grandes del sindicalismo e iniciará un camino hacia la unidad de la CGT, que fue pedido por el papa Francisco y podría complicar a sobremanera la última parte del gobierno de Cristina Kirchner.

El camionero consiguió reunir a Omar Maturano, de La Fraternidad; Juan Carlos “Gallego” Fernández, de la UTA; y Gerónimo “Momo” Venegas, de UATRE.

Los primeros dos fueron aliados del Gobierno desde 2003 pero este año protagonizaron duros conflictos gremiales. La UTA paró el transporte de larga distancia y los maquinistas detuvieron los trenes en junio porque no habían cobrado el aguinaldo.

Según fuentes cercanas a los sindicatos, los dirigentes gremiales planean inaugurar una “nueva etapa de diálogo por fuera de las instituciones formales” y aprovecharán para discutir temas de coyuntura como la suba del mínimo no imponible del impuesto a la Ganancias, la pérdida del poder adquisitivo por la inflación y los fondos de las obras sociales.

Pero en los hechos será una muestra de poder sindical para que Cristina Kirchner sepa que en sus últimos años de mandato encontrará a un sindicalismo que ya no se fragmentará por ella.

Son muchos los analistas que dicen que este será el gran problema de la presidente después de octubre, incluso más que la economía.

Es que con un gobierno más débil, los gremios podrán unirse para tirar propuestas que Cristina deberá escuchar. Sobre todo porque este cierre de listas tuvo muchos sindicalistas en las listas del propio Gobierno, el massismo y sobre todo de De Narváez, aliado de Moyano.

“Tenemos diputados nacionales, provinciales y como 50 concejales”, festejan los moyanistas, mientras hacen campaña con el empresario.

Los camioneros imaginan bloques comunes en Legislaturas y el Congreso, mancando la parada contra el Gobierno.

La unidad sindical fue también un deseo que expresó Jorge Bergoglio a través de sus operadores y lo cristalizó fotografiándose con cuanto sindicalista se acercara al vaticano.

Y envió a Jorge Lozano, titular de la Pastoral Social, a reunirse con la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, con quien lo une una vieja amistad.

Barrionuevo no está invitado pero es fiel promotor de la unidad sindical. “Siempre estuvimos a favor de la unidad. Pero tiene que ser desde el sindicalismo contra el capital. No según la relación que tengamos con el Gobierno”, explicó a LPO Carlos Acuña, diputado y líder de los gremios de estación de servicio.

Temor por la ley sindical

Otro eje de la reunión será la preocupación de los sindicalistas por las nuevas versiones sobre posibles cambios en la ley sindical.

Tras la acumulación de fallos de la Corte Suprema a favor de la libertad sindical y la declaración de inconstitucionalidad en último junio del artículo 31inciso a de la ley “sindical” 23551 (que afirmaba que sólo los gremios con personería jurídica pueden representar derechos colectivos), la hegemonía de la CGT como confederación gremial se muestra más en peligro que nunca.

Una reunión entre los líderes sindicales significaría una demostración de fuerza de la CGT ante un gobierno en el que conviven las posturas de mantener el modelo de unicato sindical y la de buscar una mayor libertad a través de un modelo similar al que planteaba la ley Mucci, propuesta durante el mandato de Raúl Alfonsín.

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