La empresa deberá desembolsar más de $190 millones, de los cuales 185,07 millones deberá reintegrar directamente a cada uno de sus clientes y otros 6,75 millones abonará al Estado en concepto de multa, por la interrupción del servicio el 2 de abril.
La penalidad de 10 pesos por cliente anunciada por el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, deberá acreditarse en la primera o segunda facturación en curso, según especifica la resolución 824 dictada por la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC).
Para los 16,7 millones de cuentas prepagas (con tarjeta) la empresa debe comunicarles vía mensaje de texto que les acredita 10 pesos en comunicaciones.
Además, De Vido alertó sobre la importancia de las inversiones tanto para los servicios de telefonía móvil como fija, ya que a través de estos sistemas las empresas llegan al cliente con servicios de «voz, banda ancha y video».
«Vamos a exigir a los prestadores de telefonía fija que realicen las inversiones que no están haciendo; es una advertencia, no una amenaza, ya que están descuidando su propio negocio», subrayó el ministro.
De Vido remarcó que se trata de una sanción «ejemplificadora y preventiva», dada la importancia de las comunicaciones para el tejido social del país, puesto que «no sólo quedaron incomunicados los clientes de Movistar sino también los de otras empresas que querían contactarlos».
La caída del servicio ocurrida el 2 de abril, un día feriado en el país por el aniversario de la Guerra de Malvinas, fue percibido intensamente por los clientes desde las primeras horas del día y se prolongó hasta las 15, cuando comenzó a restablecerse en algunas zonas.
La empresa dijo en su momento que estaba «investigando» las causas de la salida de servicio de los servidores que sostienen la red.
Por ello De Vido apuntó que las empresa de telecomunicaciones, todas ellas, tienen que invertir para dar «seguridad» a las comunicaciones.
«Nuestra sociedad, las organizaciones, clubes e instituciones de todo tipo demandan seriedad y seguridad para avanzar en el desarrollo de sus sistemas de comunicación», remarcó De Vido.
A modo de ejemplo, recordó las fuertes inversiones que el Estado está realizando tanto en el sistema de Televisión Digital como en la instalación de miles de kilómetros de fibra óptica en distintos puntos del país.
«El Estado está invirtiendo y mucho» en telecomunicaciones, a través de programas como Argentina Conectada, la empresa Arsat y el sistema de Televisión Digital terrestre que lo ubican «a la vanguardia».
Esta inversión estatal «va a redundar en muy buenos negocios para el sector privado», agregó De Vido para luego advertir a las empresas que «el servicio no tiene la misma calidad que hace un año atrás».
El jefe de la cartera de Planificación Federal realizó el anuncio en el microcine del Palacio de Hacienda, acompañado por el secretario de Comunicaciones, Lisandro Salas, y el interventor de la Comisión Nacional de Comunicaciones, Ceferino Namuncurá.
En ese marco adelantó que «en los próximos días la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciará medidas relacionadas en cuanto al cobro que estas empresas realizan a los usuarios mientras cursan las llamadas, sistema denominado stand by».
Se trata del cargo que pagan los clientes de telefonía móvil por el «tiempo en el aire» de la comunicación desde que termina de marcar el número hasta que el receptor atiende el llamado.
También indicó que la Presidenta inaugurará próximamente la puesta en marcha de la red de fibra óptica que une a Tierra del Fuego con el continente y que le permitirá a los habitantes de la isla tener las mismas velocidades del servicio que los demás.
«Estamos tendiendo unos 58.000 kilómetros de fibra óptica para lograr una banda ancha de mayor rapidez y hace unos días terminamos de atravesar el Estrecho de Magallanes para que los hermanos de Tierra del Fuego puedan tener la misma calidad de servicio que el resto de los argentinos», dijo De Vido.
También instó a las compañías de telefonía móvil a levantar la potencia de las antenas en las zonas limítrofes porque «no puede ser que a medida que uno se aleja de la ciudad vayan cayendo las barritas» del ícono que en los aparatos indica la calidad de la señal.