A menos de una semana de las elecciones presidenciales, el candidato por el Frente para la Victoria, Daniel Scioli, que lidera la intención de voto en la mayoría de las encuestas, aún no se pronunció concretamente sobre la continuidad de Miguel Galuccio, presidente de YPF, en caso de que él resulte victorioso en los comicios. Tampoco lo hizo Mauricio Macri, candidato de Cambiemos, el segundo en discordia.
No obstante, el ingeniero entrerriano cuenta con el respaldo de líderes históricos del sector hidrocarburífero como Oscar Vicente, ex mano derecha de Pérez Companc en PeCom, y Roberto Monti, el último presidente YPF antes de que el menemismo decidiera su venta a Repsol. De mucho prestigio en la industria y muy valorado en el sector petrolero, Monti cultivó siempre un bajo perfil.
De esta forma, Monti avaló el trabajo de Galuccio al frente de la petrolera reestatizada en 2012. “Creo que Miguel está entre la espada y la pared. Yo no fui presidente de esta YPF, con el 51% en manos del Estado y un gobierno tan activo”, detalla Monti, que recuerda al actual titular de YPF como “una persona recontra bien ubicada, que ya a mediados de los ‘90 se vislumbraba mucho mejor del promedio de ejecutivos que teníamos”. Y añade: “En Pico Truncado fue un gerente brillante, bien preparado, maduro para su edad, que sabía tomar decisiones. Entre la gente con alto potencial, Miguel de lejos era el mejorcito. Uno iba mirando qué material humano tenía para ir preparando el futuro”.
A lo largo de 32 años, Monti trabajó en Schlumberger, la mayor compañía de servicios petroleros del planeta, con sede en París”, donde ocupó puestos gerenciales. Su nutrido currículum incluyó también experiencias en países como Indonesia y Estados Unidos. La carrera del ex mandamás de YPF fue similar a la de Galuccio, que en Schlumberger lideró el área servicios integrados.
“Tiene mucha experiencia en el desarrollo de hidrocarburos no convencionales y a lo largo de su carrera hizo contactos con empresas de primera línea, un aspecto clave para manejar en Vaca Muerta”, sostiene Monti, que no escatima elogios para Galuccio. “Su gestión ha sido extremadamente buena, debiendo lidiar con limitaciones como la incidencia gubernamental de la política. Además los precios del petróleo que fueron caóticos y él tuvo la habilidad para atraer inversiones muy importantes, con actores de peso como Petronas (Malasia), y Dow Chemical”, asegura.
A los 76 años, Monti cuenta que “no tengo ganas de hacer política”, pero insiste en destacar que Galuccio “ha sido una persona clave para lo que se ha hecho en Vaca Muerta, para atraer interés”. En ese sentido, y sobre una futura decisión del Gobierno que asuma respecto a la presidencia de YPF, explica: “Es una posición muy sensible, no se puede designar a cualquier Juan de los palotes. Si no se analiza el background se pueden cometer grandes errores”.