A seis metros de la costa y a cuatro de la superficie, se encontró una silueta de un minotauro estático que mide metro y medio de alto, pesa 250 kilos, tiene sus dos cuernos y esconde, detrás de un candado, su corazón como una caja fuerte.
Durante Marzo y Abril, muchos de los que visitaron el Lago Mari Menuco, en Neuquén, denunciaron esta presencia. Si bien acercaron sus historias como un hecho épico, el temor también estaba presente y se convirtió en todo un hallazgo -según publica MinutoUno-.
“Transitamos varias emociones. Primero el miedo, el asombro y luego nos quedamos expectantes”. Así lo definió uno de los vecinos que vio la imagen, quien había salido en kayak el domingo 10 de Abril. Terminó de almorzar y a la media hora, se fue a “relajar en el medio del agua”. Cuando se cansó y estaba regresando a una de las bahías en la que estaba su familia, observó que debajo del agua había “algo”.
Giró con su kayak y volvió para ver si esa roca tenía algún parecido. “Y ahí lo vi, era un minotauro. Primero me agarró miedo. Viste que hay muchos mitos sobre el agua y todos nos reímos, pero creo que algo cierto hay. O por lo menos, en ese momento, todas las dudas que tenía sobre los seres sobrenaturales, se confirmaron. Era un minotauro”, dijo en diálogo con La Mañana de Neuquén.
Cuando lo vio por primera vez, tuvo el impulso de salir a toda velocidad hacia la costa. De escaparse. Luego, se relajó. A metros de él, había padres e hijos jugando en el agua, mientras estaba encima de un minotauro. Nadie, además de él, sabía de su presencia y eso lo alegraba. “No sé muy bien por qué”, respondió.
Cristian dijo que intentó bajar del kayak y acercarse, pero “no se animó”. Regresó a la costa, habló con uno de sus primos y juntos regresaron al lugar. “No me creía. Al principio me decía que lo estaba jodiendo, cosa que podía ser real, pero le insistí tanto que gané. Nos subimos y fuimos, estábamos re cerca”, relató.
Al llegar, la impresión de su primo de 18 años fue la misma. “Le vi su cara de susto y me reí. Le dije ‘viste que no me creías, ahí está’ y aflojó un poco”, siguió. El susto pasó. Se tiraron al agua e intentaron sumergirse, pero no llegaron a tocar la escultura. Ninguno de los dos estaban preparados, ni tenían los elementos para poder hacerlo: ni patas de rana, ni peso, ni el estado físico.
“Pero pudimos contemplarlo y eso es lo bueno”, dijo el joven de 23 años, que durante los fines de semana siguientes regresó a esa zona y se obsesionó con el tema. “Después de ese día, me volví fanático del agua”, dijo.
¿Qué significaba el minotauro?
Cristian comenzó a investigar qué significaba un minotauro debajo del agua y encontró un término: “gen ko”. Dentro de la cosmovisión mapuche, este gen ko significa las energías protectoras de cada lugar.
“Cada elemento de la naturaleza tiene el suyo y es por eso que los mapuches siempre piden permiso para entrar al agua o para cortar un árbol. Ese permiso se lo piden a este gen ko”, explicó.
Además, supo que dentro de esta misma cultura cuando estos elementos naturales se sienten atacados, aparecen.
“Como forma de cuidar. Y creo que estamos haciendo mucho daño al medioambiente y hay que cuidarlo. ¿Viste la cantidad de pozos petroleros que están alrededor de este lago artificial? Y más con la sequía que hay. Es un problema real y tal vez por eso alguien puso este minotauro. Para alertar de que algo estamos haciendo mal”, explicó.