El presidente Javier Milei mantuvo este jueves una reunión virtual con Larry Fink, el CEO de BlackRock, el fondo de inversión más grande del mundo. Durante el encuentro, se analizaron oportunidades de negocios y Fink confirmó que visitará la Argentina en mayo para avanzar en posibles proyectos de inversión.
«El Presidente y Fink dialogaron sobre el panorama actual y futuro de Argentina. Durante el encuentro, Fink también manifestó su interés por evaluar in situ oportunidades de inversión en infraestructura en el país, lo cual augura un impulso al desarrollo económico actual», señaló la oficina del Presidente.
Según el comunicado oficial, «Fink confirmó su visita a la Argentina en mayo, donde será recibido por Milei y su equipo para concretar posibles proyectos de inversión».
Por su parte, fuentes de BlackRock indicaron que las convesarciones entre el presidente y CEO del grupo y Milei fueron «constructivas sobre el potencial de oportunidades de inversión en infraestructura a largo plazo en Argentina. Larry se comprometió a explorar un viaje a Argentina para discutir posibles inversiones en infraestructura para nuestros clientes junto con inversores locales”.
La reunión, de la que también participó el nuevo embajador argentino en Estados Unidos, Gerardo Werthein, transcurrió en medio del debate de la Ley ómnibus en el Congreso y la publicación de los detalles del acuerdo con el FMI.
Si bien el articulado del proyecto no está del todo claro, las medidas son apoyadas por el Fondo y los inversores, quienes ven con buenos ojos las facultades delegadas por un año, mayor flexibilidad para tomar deuda en moneda extranjera y beneficios para grandes inversiones, junto con la privatización de empresas y la desregulación de la economía.
En simultáneo al debate en el Congreso, Milei informó el miércoles en su cuenta de X que mantuvo un diálogo virtual con Sean Rad, fundador de la famosa red social Tinder, y que se reunirán en Buenos Aires. A su vez, el ministro de Economía, Luis Caputo, recibió la semana pasada a Robert Citrone, titular de Discovery Capital Management.
Los acercamientos con inversores se intensificaron desde la visita de Milei al foro económico de Davos, en Suiza, hace dos semanas. Allí, su equipo mantuvo reuniones con ejecutivos de Amazon, Glencore, Total, Naturgy, y MSD, quienes se mostraron interesados en las reformas económicas.
Los nuevos contactos reflejan el interés del gobierno por mostrar el respaldo de grandes jugadores, como BlackRock. Fundada en 1988, la administradora de activos tiene su sede en Nueva York y cuenta con más de 70 oficinas distribuidas en 30 países.
Con un valor de mercado de US$ 114.000 millones, su tenencia de acciones incluye empresas líderes como Microsoft, Amazon, Apple, Coca Cola, Twitter y PepsiCo.
También se estima que posee bonos argentinos y una amplia cartera de acciones de empresas locales como Mercado Libre, Tenaris, Grupo Galicia, Banco Macro, Telecom, Pampa Energía, TGN, Arcos Dorados y Adecoagro.
El interés de Fink por inversiones en infraestructura se da tras el avance del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, sobre el Ministerio de Infraestructura, cuyas secretarías fueron traspasadas al Ministerio de Economía, pero conservando el ministro coordinador el control sobre las más de 20 empresas de transporte, obras públicas y comunicaciones.
El empresario y financiero estadounidense ya estuvo en la Argentina en octubre de 2016, cuando se reunió con el presidente Mauricio Macri y le comunicó su interés por participar en el mercado inmobiliario e invertir en el área energética.
En 2018, en plena corrida contra el peso, Caputo acordó con Templeton y BlackRock la venta de bonos del Tesoro en pesos por US$ 3.000 millones. El Gobierno buscaba mostrar que tenía todavía acceso a los mercados y que el programa con el FMI podía frenar la salida de reservas.
Luego, con la crisis y el retorno del cepo al final de la gestión de Macri en 2019, el fondo con sede en EE.UU quedó atrapado y fue desprendiéndose de sus tenencias. Y en 2020, chocó con el ministro de Economía, Martín Guzmán, durante la reestructuración de deuda en dólares de legislación extranjera adquirida durante la gestión previa.