Una jueza de Brasil acusa al holding de integrar un cartel de la obra pública que habría perjudicado al Estado. Una jueza de Brasil acusa al holding de integrar un cartel de la obra pública que habría perjudicado al Estado.
Mientras en Argentina el juez Claudio Bonadio mantiene una más que llamativa cautela contra Techint y evita citar aunque más no sea como testigo a Paolo Rocca, en Brasil la justicia avanzó fuerte contra el holding, al que acusa de integrar un cartel de obra pública para perjudicar al Estado.
Según reveló el diario La Nación, la Justicia brasileña abrió un proceso civil en contra de Techint por integrar un presunto cartel de la obra pública en ese país que habría perjudicado al Estado brasileño por miles de millones de dólares y que podría terminar con la imposición de una multa multimillonaria contra el holding.
La Advocacía Geral da União (AGU), el equivalente brasileño a la Procuración General del Tesoro argentina, acusó a Techint, a otras doce empresas y a siete personas de cometer actos ilícitos en perjuicio de la petrolera Petrobras y les reclamó una indemnización global cercana a los US$ 3600 millones. Además de Techint están involucradas siete constructoras: Queiroz Galvao, IESA, Hochtief y Promon, entre otras.
Según la acusación, Techint integró en Brasil el «club de las nueve», en alusión a las empresas que habrían recibido información privilegiada sobre las licitaciones de Petrobras y coordinaban sus ofertas en perjuicio de la petrolera. «El cartel», indicó la AGU, «consistió en la unión de voluntades de diversas empresas que se reunían para definir cuál sería la vencedora en cada licitación y defraudaban, así, la competitividad, aumentando el valor de los contratos artificialmente».
La acusación de cartelización para beneficiarse con la obra pública que le hacen a Techint en Brasil es la misma de la que se acusa en las constructoras argentinas involucradas en la causa de los cuadernos, que según los testimonios de los empresarios «arrepentidos» fue una imposición de Néstor Kirchner y Julio de Vido que los amenazaban con llevarlos a la quiebra.
Paolo Rocca y dos de sus principales laderos, Luis Betnaza y Héctor Zabaleta, admitieron que pagaron coimas al kirchnerismo. Los últimos lo hicieron ante la justicia: Zabaleta tras ser detenido y sumarse al régimen del arrepentido, y Betnaza que asumió la responsabilidad. En cambio, Rocca lo hizo durante un evento de AEA en el que participó el presidente Macri. «No fuimos ni cómplices ni partícipes», aclaró.
Se trata de una inédita admisión pública de pago de coimas por parte del empresario más importante del país, aunque de manera insólita para el juez Claudio Bonadio no tuvo importancia para indagarlo. Ni siquiera para citarlo en calidad de testigo. Lejos de eso, el magistrado se encargó de filtrar a la prensa que no piensa llamarlo.
En tribunales creen que el esfuerzo que hace el juez para que la causa no toque al dueño de la empresa más importante del país compromete la «integridad» de la causa, informa hoy el sitio web La Política Online. Con los procesamientos a punto de salir, resulta muy extraño que Bonadio ni siquiera le hay solicitado a Rocca que detalle sus dichos en AEA. El avance contra Techint en Brasil e Italia deja más en evidencia al juez.
Respecto a su situación en Brasil, desde Techint dijeron a La Nación que que recurrirán la decisión judicial «por entender que el reclamo presenta serias deficiencias, porque se pretende penalizar actos ilícitos generales sin probar daño contrato por contrato».
La Procuración brasileña sostiene que Petrobras les adjudicó de manera irregular a Odebrecht y Techint la construcción de un tramo del Gasduc III. Desde Techint remarcaron, no obstante, que uno de los máximos ejecutivos de Odebrecht devenido «delator premiado», Marcio Faria, desvinculó ese contrato Gasduc III de la operatoria delictiva habitual de la constructora que lideraba la empresa Odebrecht.