La noticia inundó Twitter y muchos la creyeron. Los comentarios y los memes no tardaron en hacer tendencia la separación del año que no fue.
Miles de usuarios se levantaron el sábado a la mañana, abrieron su Twitter, y si encontraron con una bomba: Antonela y Leo Messi se separaron. Rápidamente, el nombre de la esposa del mejor jugador del mundo se hizo tendencia y llovieron comentarios de todo tipo, entre los incrédulos y los que se tomaron la noticia como una bomba.
La fake news corrió como agua y sorprendió a los fanáticos de la pareja, ya que su historia de amor es una inspiración para muchos. Antonela Roccuzzo y Messi nacieron en Rosario, se conocieron de muy pequeños, y nunca más se separaron. Su historia de amor es digna de una novela romántica.
Mientras el joven Leo pasaba las horas libres jugando al fútbol en la calle, Antonela practicaba gimnasia rítmica, disciplina que llevó a cabo desde los ocho hasta los 13 años. Junto a sus hermanas, las niñas solían ir a jugar a casa de su tía Laura Roccuzzo, que tenía un hijo, Lucas Scaglia, que jugaba en las categorías inferiores del Newell’s Old Boys, equipo por el que había fichado Messi en 1994 a los siete años. Lucas y Leo se hicieron grandes amigos y dos veranos más tarde, Scaglia le invitó a pasar unos días de vacaciones con su familia en Mar del Plata, en las playas de Punta Mogotes. Con ellos estaba Antonela Rocuzzo y Leo se enamoró de ella al conocerla. Tenían 9 años.