Según lo que revela la denuncia, el comienzo fue luego de la asunción del intendente, donde habría citado a la denunciante a una solitaria chacra. Según consta en la declaración, Merino la empujó contra una pared, forzó su cuerpo sobre ella y aprovechó la situación para manosearla y humillarla con comentarios cargados de contenido sexual, todo bajo la amenaza de que, si hablaba, perdería su empleo y arrastraría a sus colegas de la oficina al mismo destino.
“Me apoya su miembro, me toca y me deja claro que si abro la boca, mi vida laboral y la de mis compañeras se acaba”, detalla con crudeza la víctima en su denuncia.
De acuerdo con el documento, Merino habría enviado mensajes acosadores, intentando encontrarse nuevamente en circunstancias privadas y pidiendo disculpas por su accionar.
La trabajadora también acusa al intendente de acosarla en actos públicos, donde, aprovechando la multitud, la habría tocado de manera impropia, intentando normalizar sus abusos ante la mirada pública sin reparo alguno.
La denuncia señala además a Eduardo Gambuza y Sebastián Suquia, otros funcionarios municipales que, en lugar de proteger a la víctima, la confrontaron en la oficina de Inspecciones.
La víctima certificó los chats ante un escribano, y acudió al amparo del Ministerio Público Fiscal y a la Secretaría de Trabajo, donde presentó evidencias documentadas de los mensajes intimidatorios y el calvario al que Merino la sometió.