Es el décimo mes consecutivo en baja. Los planes de ahorro para comprar un auto nuevo se derrumbaron un 56,9% durante el primer mes de 2019. Esta modalidad de compra, la más popular del país para adquirir un cero kilómetro en cuotas, representó un 24,8% de los patentamientos totales.
La cifra la divulgó la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara). Enero 2019 fue el décimo mes en caída. Las anteriores fueron diciembre (-56,2%), noviembre (-57,5%), octubre (-54,3%), septiembre (-50,9%), agosto (-39,9%), julio (-28,4%), junio (-9,2%), mayo (-14%) y abril (-2,9%).
Por marca, durante el primer mes del año la que más planes tuvo fue Renault, con un 25% de participación, seguida por Fiat (17,1%) y Volkswagen (16,2%). Siguieron Ford (12,3%), Chevrolet (9,4%), Toyota (6,9%), Peugeot (6,7%), Citroën (3%) y Otros (3,3%).
Del total de autos vendidos en enero, un 59% de las operaciones se realizó al contado (aprovechando los descuentos que se consiguen), mientras que un 40,3% fue por prendas (23 982) y un 0,4% por leasing (alquiler con opción a compra).
Dentro de las prendas, los planes de ahorro se quedaron con el 60%, mientras que el 24% fueron préstamos de las financieras de las marcas, el 14% préstamos de bancos y lo restante corresponde a Otros.
Según afirman los especialistas, el problema de los planes de ahorro vino de la mano de la devaluación. Es que las cuotas que paga la persona están atadas al precio de los autos. Con los fuertes aumentos que hubo en 2018, en algunos casos hasta se triplicaron y muchos no pudieron seguir pagándolas.
Entre los aspectos negativos de los planes de ahorro está el aumento del precio de la cuota en base al precio de lista del auto, las demoras en la entrega, los «costos administrativos» y que no se puede elegir el seguro del auto (el que viene suele ser más caro).
Entre los aspectos positivos, la posibilidad de acceder a un 0 km sin una gran inversión inicial, ya que se puede hacer hasta en 84 meses (7 años) con una cuota más baja que la de un préstamo. Sin embargo, en contextos de inestabilidad económica no son una herramienta recomendada.
