La inflación acumulada en los últimos meses y la consecuente pérdida de poder adquisitivo de los salarios generó una reconfiguración en los hábitos de consumo, especialmente a la hora de ir a comprar a los almacenes, supermercados o panaderías.
A pesar de la desaceleración del índice general de precios, los analistas estiman que en junio la inflación se volvió a recalentar y se ubicó en torno al 5%. En esa línea, el presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), Fernando Savore, indicó a TN que “junio fue peor que mayo” en materia de ventas.
Sobre lo que sucedió en los primeros seis meses del año, Savore explicó que recibieron aumentos “excesivos” en las listas, alquileres y tarifas eléctricas que en algunos casos se cuadriplicaron. Asimismo, el titular de FABA aseguró que durante marzo y abril las ventas “se regularon” porque los precios de los productos básicos comenzaron a bajar luego de las fuertes remarcaciones que se observaron en diciembre y principios de enero.
Sin embargo, la situación cambió en mayo y empeoró en junio. Savore -que atiende su almacén ubicado en Morón- dijo que durante el quinto y sexto mes del año el consumo cayó a partir del día quince.Esta tendencia responde a queel pico de ventas se registró entre los días 5 y 15, pero pasado ese momento, para los clientes “ya es fin de mes”.
En ese sentido, señaló que los consumidores comenzaron a volcarse hacia las terceras marcas. “Hace tiempo que muchos no compran la primera opción, sino que van a marcas pymes”, enfatizó. También empezaron a tomar impulso las “compras del día” con tarjetas de crédito.
Qué pasó con el consumo en los almacenes de barrios y los mayoristas en junio
El presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires también comentó que en la previa al fin de semana extra largo de junio, la caída del consumo fue “tremenda” y llegaron las nuevas listas con aumentos que rondan el 9% promedio.
Además, contó que los almaceneros del conurbano bonaerense desde abril comenzaron a achicar el volumen del stock y optaron por reponer únicamente los productos faltantes. La situación también se observó en la Ciudad de Buenos Aires. “La verdad que no sabemos qué vamos a vender, la gente ya no tiene para afrontar la canasta básica”, dijo una comerciante porteña.
Por su parte, el último informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) mostró que el consumo cayó 7,7% interanual y anotó la mayor baja del año. La Cámara estimó un ingreso promedio por hogar de $1.084.000, lo que representa una contracción del 21% en el poder de compra contra el mismo mes del 2023.
El presidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), Juan Castro aseguró que el sector espera que la reactivación del consumo se vea en el segundo semestre. “Nuestro sector es el primero que cae y el primero que se recupera”, remarcó. “La cantidad de familias que asisten a los salones mayoristas se incrementaron un 20%”, resaltó como otra nueva tendencia.
La venta del pan cayó 50% en el primer semestre
El presidente del Centro de Panaderos de Merlo, Martín Pinto también contó que la venta del pan cayó 50% en los primeros seis meses del año. Frente a esta situación, algunos comerciantes comenzaron a trabajar a pedido en el caso de las tortas, los sándwiches de miga y las facturas.
Pinto, además, explicó a TN que antes la mercadería que sobraba al final del día se donaba y ahora eso cambió. “Hoy, hacemos bolsas de medio kilo y las vendemos a un valor más accesible”, afirmó. “Es para salvar los costos del día”, argumentó.
Hoy, el precio sugerido del kilo de pan oscila entre los $2200 y $2400, según la zona. En lo que va del año, remarcó que 160 las panaderías que bajaron sus persianas.