Informe de la UBA sobre la crisis del mercado laboral y la distribución del ingreso: Desde que asumió Macri, las tasas de ocupación y subocupación aumentaron en 3 y en 4,2 puntos. El estudio del CEC-UBA también señala que crecieron el trabajo no registrado y la desigualdad en los ingresos.
Bajo el gobierno de Mauricio Macri creció la cantidad de personas desocupadas y subocupadas –hoy llegan a 5,7 millones de personas– y el incremento de la cantidad de ocupados no alcanzó ni siquiera para compensar el aumento poblacional. Estos son algunos de los datos que fueron relevados en un informe realizado por el Centro de Estudios de Ciudad de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), en el que analizaron los mercados laborales y la distribución del ingreso en Argentina.
La investigación, que estuvo a cargo del economista Agustín Mario, utilizó como insumo los datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec. Según la información relevada, durante el gobierno de Cambiemos, si bien la tasa de actividad entre las personas de 14 años o más se incrementó en 1,4 puntos porcentuales, al mismo tiempo aumentó la cantidad de personas desocupadas y subocupadas. La gobernadora María Eugenia Vidal dijo hace algunos días que “hay más desempleo porque aumentó la población y hay más gente buscando trabajo”. Sin embargo, la investigación del CEC explica que entre el primer trimestre de 2015 y el primer trimestre de 2019 la tasa de desocupación se incrementó en 3 puntos porcentuales, pasando del 7,1 por ciento al 10,1, y la tasa de subocupación lo hizo en 4,2 puntos, pasando del 7,6 por ciento al 11,8. Eso implica que hay 2,6 millones de desocupados y 3,1 millones de subocupados en el país. En el mismo lapso, se incorporaron 1,7 millones de personas en el mercado de trabajo, mientras que sólo se crearon 700 mil empleos.
En el período estudiado, la proporción de desempleados que buscan trabajo hace más de 1 año se incrementó 2,5 puntos porcentuales. El incremento de la tasa de actividad en estos años es explicado en su totalidad por la incorporación de mujeres: probablemente, indica el estudio, ese fenómeno sea resultado de nuevas estrategias que se llevan adelante en los hogares ante la necesidad de fuentes adicionales de ingresos por la crisis económica.
El deterioro en la calidad del empleo es otro punto importante del trabajo realizado por el CEC: advierte que se incrementó en 3 puntos porcentuales la proporción de trabajadores no registrados en el total de asalariados; y que la proporción de no asalariados en el total de ocupados fue de 2,4 puntos porcentuales. A su vez, el informe señala que hubo un incremento de 392 mil empleos asalariados no registrados y que como en dicho período se destruyeron 159 mil empleos asalariados, sólo se creó empleo asalariado de manera informal.
Desigualdad en la distribución del ingreso
Durante el período estudiado, hubo un notable empeoramiento de las condiciones laborales que se reflejan en un gran aumento de la desigualdad. El coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar (IPCF) se incrementó un 6,4 por ciento y a su vez, la brecha entre los deciles extremos de la distribución del IPCF también creció un 24 por ciento. En cuanto a la distribución de salarios, el informe detalla que se amplió la desigualdad entre los ingresos de los trabajadores ocupados: crecieron menos los de aquellos de menores ingresos. Por otro lado, todos los deciles de la distribución pierden contra la inflación, ya que al achicarse la economía hay menos ingresos para distribuir.
Finalmente, el CEC indica que durante el gobierno de Cambiemos la calidad de las ocupaciones se deterioró al incrementarse la proporción de trabajo no registrado en el total de asalariados y la de no asalariados en el total de ocupados. Por su parte, el escaso empleo asalariado que se creó -que no alcanza a compensar los números del trabajo destruido- es no registrado.
Entre el primer trimestre de 2015 y el primer trimestre de este año, el desempleo se fue haciendo crónico, se incrementaron significativamente los niveles de desigualdad en la distribución del ingreso y todos los deciles sociales se vieron reducidos sus ingresos reales. “Esto -concluyó el informe- es el reflejo de una economía que se achica y por lo tanto que genera menos ingresos para distribuir».