El dólar volvió a marcar un descenso de 30 centavos y cerró en 44,22 pesos. El tipo de cambio mayorista también registró una baja de 34 centavos y finalizó en 43,01 pesos. Esta semana se concretaron dos hechos que aplacaron la plaza cambiaria. El primero fue una mayor liquidación de exportaciones del campo.
Los operadores de la city aseguran que en los últimos días se acentuó el ingreso de divisas del complejo sojero. Los cálculos optimistas que hacen en el mercado indican que el sector agroexportador podría vender hasta 7 mil millones de dólares en 4 meses. El segundo elemento fue el ingreso del nuevo préstamo del FMI. Se trata de casi 11 mil millones de dólares que se suman a las reservas y que a partir de la próxima semana el Tesoro venderá a un ritmo de 60 millones de dólares diarios. Las reservas cerraron a 77.331 millones de dólares y marcaron una baja de 147 millones.
El clima financiero, pese a la merma de la divisa, sigue siendo de incertidumbre. El índice de riesgo país marcó un fuerte aumento esta semana. Ayer cerró en 817 unidades y alcanzó uno de los niveles más altos de los últimos cuatro años. En la jornada el indicador llegó a tocar las 827 unidades (cifra que superó el pico alcanzado el 24 de diciembre pasado). El optimismo logrado en enero y las primeras semanas de febrero, que llevaron el riesgo país a ubicarse en 600 unidades, se esfumó.
Los fondos de inversión extranjeros están en situación de alerta. “Hoy la preocupación de Wall Street no es la regulación, si no saber si van a cobrar”, dijo el ex ministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis. Planteó que los grandes fondos perdieron la credibilidad: “No importa si gana Cristina, Macri o el candidato del mercado. Los inversores de Nueva York quieren ver un trabajo bien hecho por 5 años para volver a confiar en el país”.
La bolsa porteña no logró mantener el rebote observado en la mañana y terminó sin cambios. El martes había marcado un retroceso de más del 4 por ciento y el S&P Merval cayó por debajo de 32 mil puntos. Esta cifra venía siendo el soporte del mercado. La preocupación de los inversores impacta en empresas de distintos sectores del mercado interno.