Para ello, el legislador nacional chubutense presentó este viernes un proyecto de ley en el Congreso de la Nación. Prevé que la exención alcance no solo a las naftas, sino también al gasoil y al diésel. Incluye al partido bonaerense de Patagones y al Departamento de Malargüe, en Mendoza.
El diputado nacional de Chubut Gustavo Menna (Interbloque UCR-Juntos por el Cambio) presentó este viernes un proyecto de ley para incluir no solamente a las naftas sino también al gasoil y al diésel en la exención del impuesto a los combustibles líquidos, tanto en la Patagonia como en otras regiones del país con características similares.
El proyecto, acompañado por las diputadas Roxana Reyes (Santa Cruz), Lorena Matzen (Río Negro) y Karina Banfi (Buenos Aires), plantea una modificación en la Ley 23.966 en relación con el impuesto sobre los combustibles líquidos en las provincias de Neuquén, La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, el Partido de Patagones, Buenos Aires, y el Departamento de Malargüe, en Mendoza.
Menna dijo en los fundamentos que las mencionadas zonas tienen “particulares condiciones geográficas, climáticas y de desarrollo socio-económico”, y que la iniciativa busca “mitigar la indiscutible realidad de estas regiones, en las que las bajas temperaturas y las largas distancias implican una carga económica injusta para sus habitantes”, al tiempo que mencionó la necesidad, en el actual contexto de pandemia, de generar medidas que permitan mejorar las condiciones de traslado de la población por motivos laborales, productivos o personales.
Luego de hacer en los fundamentos del proyecto un recorrido por las sucesivas normas que plantearon impuestos a los combustibles, indicó Menna que “en Patagonia sur (Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y línea sur de la provincia de Río Negro), durante los años ‘90, la exención representaba cerca del 50% del precio al consumidor”.
Aclaró que “esto no significa que con esta modificación que presentamos bajen los precios al 50%, sino que esta exención al gasoil representa a la fecha $15,60 por litro, sin perjuicio de que el 1° de septiembre próximo tiene que ajustarse el valor por parte de la AFIP”.
Marcó que “al estar expresado en pesos y no en un porcentual, desde la salida de la convertibilidad y el consecuente proceso inflacionario que se desató casi ininterrumpidamente, esa diferencia fue licuándose ya que el precio del producto subía más que el monto del tributo”.
En este sentido dijo que hoy “con la sanción en 2015 de la Ley N° 27.209, la exención se expandió territorialmente y alcanza a la totalidad de las provincias del Chubut, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Neuquén, y La Pampa, además de los departamentos de Malargüe en la provincia de Mendoza y el partido de Carmen de Patagones en la provincia de Buenos Aires”, aunque se encuentra “acotada a las naftas”, al no comprender “al gasoil y el diésel, en virtud de lo dispuesto por la reforma tributaria integral de fines de 2017”.
Ante ello, explicó Menna, su proyecto “propicia retomar las exenciones tal y como fueron originalmente contempladas en la década del 1990, para todos los combustibles, no sólo naftas, manteniendo la expansión regional efectuada en 2015”.
“La propuesta resulta de toda justicia. La Patagonia es la región del país en el cual las distancias entre centros poblados son mayores y la densidad poblacional es más baja; ello encarece todos los costos, particularmente los vinculados a la logística, como así también los desplazamientos de las personas, en una zona en la que de una localidad a otra las distancias se cuentan en cientos de kilómetros”, dijo.
Agregó en este sentido que “el costo de los combustibles tiene una incidencia central en todo lo vinculado a logística y, en particular, en el transporte de mercaderías como así también de personas, sea en los modos públicos o privados de transporte”.
De manera complementaria, sostuvo que el actual contexto de pandemia “deja entrever un acuciante panorama económico donde el pronóstico para Argentina augura la caída de hasta el 10% del PBI, una alta tasa de desempleo y, consecuentemente, una contracción de los ingresos familiares, de lo que se deduce que los habitantes de Patagonia se encontrarán en una difícil situación para costear los traslados que demandan las actividades laborales, productivas y personales”.
Afirmó que “el diferencial que se propicia tiene basamento no solo en que la región es la principal productora de hidrocarburos y en sus peculiaridades climáticas y de dispersión poblacional, sino también en la solidaridad que entraña el federalismo, aspecto tenido en cuenta por el constituyente del ‘94 al establecer en el artículo 75 inciso 19 de la Constitución Nacional que entre las atribuciones del Congreso se encuentra la de sancionar normas dirigidas a ‘proveer al crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de su territorio; promover políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones’”.