Hay cuatro candidatos. El favorito es Rodolfo Suárez (Cambia Mendoza), pero la opositora Anabel Fernández Sagasti (Frente Elegí) dio un repunte en los últimos días.
Los mendocinos votan este domingo a su próximo gobernador, que saldrá de cuatro candidatos: Rodolfo Suárez (Cambia Mendoza), Anabel Fernández Sagasti (Frente Elegí), José Luis Ramón (Protectora Fuerza) y Noelia Barbeito (FIT) Teniendo en cuenta el resultado de las PASO, todo indica que los votos estarán polarizados entre Rodolfo Suárez, el candidato oficialista; y Anabel Fernández Sagasti, la referente del peronismo. Hay 1.406.082 personas habilitadas para sufragar. Mendoza es la quinta provincia en cantidad de electores y una de las cinco en poder de Cambiemos.
Noelia Barbeito fue la primera en emitir su voto. Pasadas las 8.30 salió del cuarto oscuro de la Escuela Osvaldo Borghi, en el Cano, y lo primero que hizo frente a las cámaras de TV fue pedirle a los mendocinos que vayan a votar a pesar del alerta meteorológico por el viento zonda y los 35° de máxima que se esperan para la jornada. “Es un día con mucha expectativa esperando que los mendocinos y mendocinas vayan a votar pensando en el futuro y sin resignación”, remarcó la candidata de la izquierda.
Este sábado, los cuatro candidatos aprovecharon la jornada para trabajar puertas adentro con sus equipos. Tuvieron una semana muy agitada con los cierres de campaña y la sucesión de debates que se realizaron desde el jueves de la semana pasada en una provincia que se destaca en la Argentina por su orden y calidad democrática. Quizás porque su espejo es Chile y no la convulsionada Ciudad de Buenos Aires, sede del gobierno nacional.
Las elecciones en Mendoza son desdobladas -es decir, no tienen lugar al mismo tiempo que los comicios nacionales- porque el gobernador Cornejo modificó una ley que así lo establecía en abril de 2017. En consecuencia, se fijó un calendario propio para la provincia. En ese entonces, hasta el ministro de gobierno provincial, Lisandro Nieri, admitió que “eso no significa que no pueda modificarse y adherir al calendario electoral nacional», cosa que finalmente no se hizo.
Así, hubo PASO para elegir candidatos el 9 de junio. En esa oportunidad Suárez, en línea con lo esperado, le ganó holgadamente a su contricante, Omar De Marchi, el intendente de Luján de Cuyo que fue propuesto por el PRO. También compitió Fernando Armagnague. Sacaron 29.46%, 12.15% y 1.28% respectivamente. En total, Cambia Mendoza obtuvo 42.89%.
La sorpresa en las PASO la dio Fernández Sagasti, que en forma muy ajustada le ganó al intendente de Maipú, Alfredo Bermejo, un dirigente de peronista tradicional con una gestión valorada incluso fuera de su ciudad que era el favorito en las encuestas. Obtuvieron 18.33% y 17.31%, respectivamente. Sumando sus votos, el peronismo (Frente Elegí) llegó a 35.64%.
Por su parte, Ramón obtuvo el 7.29% de los votos y Barbeito el 3.36%.
Suárez tuvo en su campaña el respaldo activo del gobernador Cornejo. Mendoza es una de las pocas provincias argentinas donde no hay reelección (la otra es Santa Fe), así que lo habitual es que el mandatario saliente impulse un delfín, que es bien favorecido si su gestión está bien posicionada en las encuestas. En toda la provincia hay innumerables gigantografías con la foto de Suárez y Cornejo, por eso se dice que su estrategia fue “provincializar» su candidatura.
Sagasti también logró un gran respaldo. Su cierre de campaña, que tuvo lugar el martes en Luján de Cuyo, contó con la presencia del candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández. Junto a el aterrizaron nueve gobernadores peronistas (Sergio Uñac, Gustavo Bordet, Rosana Bertone, Alicia Kirchner, Domingo Peppo, Gerardo Zamora, Sergio Casas, Mariano Arcioni y Juan Manzur), más gobernadores y vicegobernadores electos, junto a otros referentes como Axel Kicillof, Matías Lammens y Natalia de la Sota. Después de la contundente victoria en las PASO nacionales, Sagasti “nacionalizó” su estrategia y se posicionó en la campaña bajo el slogan “Anabel y Alberto” en la cartelería.
Mauricio Macri, en cambio, fue invisibilizado por la campaña de Cambia Mendoza. Al punto que Suárez denunció como “campaña sucia” la aparición de carteles con su imagen al lado del Presidente. En Luján de Cuyo, incluso, donde militantes kirchneristas repartían boletas truchas que incluían una foto del Presidente, tuvo que intervenir la policía luego de que militantes oficialistas amenazaran con pegarles.
Sagasti, por su lado, también tuvo su estrategia de ocultamiento. Invisibilizó a Cristina Fernández de Kirchner, algo que le sirvió para ganar las PASO en el peronismo, pero ya no para la general, así que nunca más apareció con la actual candidata a la vicepresidencia.
La fecha de la elección a gobernador, 29 de setiembre, también fue motivo de debate en la campaña. Es que en medio de la veda electoral, se transmite la publicidad obligatoria para las elecciones nacionales, que Suárez también juzga negativa para su candidatura.
Tanto es así que Cambia Mendoza se presentó ante la Junta Electoral para pedir que la suspenda durante los días de veda en la campaña local del viernes, sábado y domingo, “para no confundir al electorado”. Sin embargo, la justicia electoral local se declaró “incompetente”, ya que se trata de un ámbito de competencia de la justicia electoral nacional.
El 11 de agosto Fernández le ganó a Macri en la elección nacional, también en Mendoza. Y ya hay expectativa con lo que pueda suceder. Antes, está la estación para la elección al gobernador, última instancia electoral antes del 27 de octubre.