El 20 de mayo de 2006 Alejandra “Locomotora” Oliveras se consagró campeona mundial peso supergallo de la WBC en México, luego de vencer por nockout a Jackie Nava. La única argentina que se puso el cinturón máximo del boxeo reveló después que días antes de viajar a la pelea, encontró a su hermana y su marido en la cama mientras tenían sexo.
“Me gorrearon, pero… ¿A quién no? Creo en el amor. El amor es confianza, respeto”, le dijo la santafesina a TN. “Para no llorar, entrenaba y el esfuerzo tiene recompensa”, agregó quien días después de la traición alcanzó el logro máximo de su carrera.
“Yo no creo en el poliamor. No quiero que me digan ‘poné la pava que me voy a tener sexo con otra’”, sentenció.
En 2021, durante una entrevista con Todo Pasa (Radio Urbana), “Locomotora” Oliveras relató la angustia que sintió los días previos al enfrentamiento que la convirtió en una de las exponentes del boxeo. La boxeadora explicó que la usó a su favor: “Me quería morir, fue una puñalada por la espalda. Para no llorar, entrenaba, porque sentía que no podía suspender el sueño de mi vida”. “Demoré como un año en estabilizarme, en recuperarme. En ese momento él era el amor de mi vida. Que te traicionen de esa manera duele hasta los huesos”, agregó.
“Yo sabía que iba a ganar porque nadie entrenaba como yo: hacía 10 horas por día, de lunes a lunes”, aseguró. Si bien señaló que “el boxeo y deporte” le curaron la angustia, reconoció que la vida de una campeona del mundo o de un deportista de elite es muy dura: » Hace 22 años que no tomo alcohol ni como una papa frita”
En el relato, la deportista describió la precaria situación personal que estaba atravesando antes de competir por el título del mundo: “Dormía en un colchón en el suelo y trabajaba en cinco gimnasios para darle de comer a mis hijos”. Luego de salir campeona, usó los 2800 dólares que ganó para equipar su casa. Sobre su expareja, explicó que si bien pudo perdonarlo, decidió no volver con él.