El periodista fue uno de los puntos fuertes de la Feria del Lirbo al presentar su libro “Secretos Sagrados” en el auditorio del Centro Cultural.
Martín Szeta fue una de las personalidades más esperadas en la Feria del Libro de Comodoro Rivadavia, con una importante asistencia de público para ver la presentación del libro “Secretos Sagrados”, en el auditorio de Centro Cultural. «Vengo a presentar un libro muy polémico. Muy tapado a lo largo de la historia que tiene que ver con el abuso sexual por parte de los curas», abrió el periodista de policiales.
«No iba a escribir este libro. Nació porque otro no pudo ser publicado que se trataba sobre un caso emblemático de mucho consumo en Buenos Aires. Sin embargo, después de un partido de fútbol y una reflexión que escucho me hizo que darme cuenta que era una temática que tenía que abordar porque muchos sectores de la sociedad naturalizan que un cura pueda abusar de un chico. No lo ven como un delito», relató.
En este sentido, Szeta describió como fue trabajar con fuentes que no son tan «santas». «Yo soy muy riguroso en la investigación porque me gusta trabajar con documentación. Tuve la suerte de poder hablar con todas las víctimas de los delitos sexuales que cometieron los curas. Uno por uno me contó su historia cuidando su identidad», aseguró Szeta.
Así, el periodista manifestó que el nivel de impunidad con el que cuentan los curas es muy grande. «Lo que significa que abuse sexualmente un cura a diferencia que el abuso ocurra en un nivel diferente es que el cura es la representación de la simetría de poderes. El cura esta arriba para un nene que esta allá abajo y no tiene nada. Imagínense que pueda asegurarse el mecanismo de abuso sexual», consideró.
Es por eso que Szeta sintió la necesidad de contar los casos sin ningún tipo de censura. «Es la primera vez que me tome la licencia de poder contar los delitos sexuales tal cual figuran en cámara Gesell. Es la primera vez que se hacen un traspaso de testimonios con lujos y detalles. Yo decido hacer un traspaso sin limpiar el contenido, aunque sea espantoso. Lo hice por primera vez en mi carrera porque me pareció importante contar todo lo que sintieron las víctimas en ese momento».