A cuatro años de su internación psiquiátrica, el actor habló de su brote psicótico con delirio místico y de su experiencia en “La Peluquería de Don Mateo”; junto a la actriz, Marley y Jey Mammon, quienes creía que eran el Espíritu Santo y un Arcángel, respectivamente.
La vida de Matías Alé tuvo un giro de 180 grados en 2015, cuando fue derivado a una clínica psiquiátrica a causa de un brote psicótico con delirio místico. Sin embargo, lejos de cargar con un peso por lo que le tocó vivir, el actor recuerda aquella época de su vida sin vergüenza y hasta agradece haber pasado por esa situación.
“Si yo no hubiera pasado por eso me hubiera pasado algo peor. La locura es como que potencia lo que sos: si sos buen pibe potencia tu bondad, si sos un garca al revés. A mí me potenció en que de un día para el otro me sentí el Espíritu Santo, sentía que era Dios. Como que sentía que tenía una conexión directa con el chabón de arriba”, contó Alé durante su paso por PH, Podemos Hablar, el ciclo que conduce Andy Kusnetzoff por Telefe.
En ese sentido, recordó que estuvo 45 días internado y luego reingresó a la clínica por una recaída. Según su testimonio, la locura “bien tratada es maravillosa”. Y explicó: “Volverse loco no es para cualquiera. Como decía Hemingway: volverse loco no es para cualquiera, y los que pasamos por eso sabemos que está buenísimo. O sea, lo digo bien, no es que estoy haciendo apología de la locura”.
Para graficar sus palabras, recordó una anécdota muy particular: “Me contrataron para un evento el 13 de septiembre de 2015. Era un evento de productos para el pelo, estaba promocionando planchitas, aerosoles, secador de pelo, gel. Cuando llegué al lugar vi que había una cola de tres cuadras para entrar, entonces dije ‘vinieron a verme a mí, soy un profeta, soy el predicador’. Entré, me dieron un camarín, me empecé a preparar y a partir de ahí cada vez que subía al escenario, en vez de hablar de los productos de pelo yo hablaba de Dios, y la gente me escuchaba. La gente me empezó a seguir, yo bajaba del escenario, iba caminando por los distintos stands y las viejas me seguían. Entonces me daban el aerosol y venían las señoras y yo les tiraba en la cara. ‘Tirame, Alé’, como si fuera el agua bendita”.
«Entonces vuelvo al camarín y ya me traje a tres (personas) del público, que yo creía que estaban en mi misma sintonía -recordó-. Y me iba de vuelta a predicar, volvía con 15 (personas). La cuestión que termina el evento, el tipo (quien lo contrató) se fue re caliente y al día siguiente llego y no había nadie en la exposición, y yo dije ‘la gente no me quiere’. Bueno, bajé y seguí predicando. Ydespués la locura siguió, me fui a Carlos Paz, todo, pero empezó así, creyéndome que era el Espíritu Santo”.
Matías Alé: «Sentía que Flor Peña era la Virgen María» (Video: «PH, Podemos Hablar» – Telefe)
Luego contó otra anécdota, de su participación en el programa La Peluquería de Don Mateo, protagonizada por Flor Peña, Marley y Jey Mammon en 2016 en Telefe. “Sentí que Flor Peña era la Virgen María, te juro por Dios. De repente es como que el CPU se te tilda y vos crees que esta es la realidad. Estaban Flor, Jey Mammon y Marley, entonces yo sentía que tenía que cuidarla a Flor porque los que estaban grabando conmigo la podían lastimar. Ella era la Virgen María, Marley era el Espíritu Santo y Jey Mammon era un Arcángel. Marley era el Espíritu Santo, yo era Dios y Flor era la Virgen María”.
«Estaba perseguido, y cuando fui a grabar no tenía le letra. En la letra yo hablaba de Dios, no hablaba de mí, y yo decía ‘chicos, no importa lo que yo hago, yo tengo una misión acá’. Y Flor me decía ‘¿querés que grabemos más tarde?’ Nos habíamos disfrazado de Batman y Batichica, entonces la cuidaba, que no se tropiece, que no se le caiga un tacho en la cabeza. Y después, bueno, no me acuerdo cómo terminó, porque yo no estaba tan consciente”, concluyó.
Luego, Alé se puso serio y recomendó que aquellos que estén sufriendo alguna situación de este tipo busquen ayuda profesional y la contención de sus seres queridos. “Las personas que hemos pasado por esto sabemos que después te estigmatizan. Entonces está buenísimo que con Mónica (Gonzaga, también presente en el programa) lo hablemos, porque hay mucha gente que está del otro lado a la que le está pasando por algo similar”.