El argentino triunfó después de estar set abajo y 1-3; Tsitsipas será su rival en los cuartos de final.
Lorenzo Musetti nació hace 20 años en Carrara, en la región italiana de Toscana. Diestro y de 1,85m, es un diamante en bruto. En tiempos en los que el revés de dos manos domina desde el aprendizaje, él luce un clásico golpe de una mano y otros recursos sumamente creativos.
El bellísimo Court de los Príncipes del Masters 1000 de Montecarlo era el escenario de una actuación inspiradísima de Musetti durante una buena porción de su duelo por los 8vos de final ante Diego Schwartzman (16° del mundo), pero el argentino, optimista por naturaleza, exhibió una reacción estupendapara imponerse por 2-6, 6-4 y 6-3, en 2 horas 32 minutos, y avanzar a los cuartos de final, donde se medirá con el campeón defensor, el griego Stefanos Tsitsipas.
Schwartzman, 12° cabeza de serie en el Principado, realmente padeció las acciones del primer set. El tenis de Musetti (83° del mundo) se convirtió en una verdadera pesadilla para el porteño, que no hallaba soluciones. El joven italiano le rompió el saque cuatro veces y lo desbordó por toda la geometría del court.
El jugador entrenado por Alejandro Fabbri y Juan Ignacio Chela logró, apenas, el 40% de puntos con el primer servicio y el 27% con el segundo. Fue un parcial para el olvido sobre el polvo de ladrillo de Montecarlo. Envalentonado y con el apoyo masivo del público (muchos italianos poblaron las butacas), Lorenzo se fue a sentar a su banco soñando con una victoria que lo depositara en los cuartos de final más destacados de su carrera, después de perder los 8vos de final en Roma 2020 y Roland Garros 2021.
Musetti, hasta aquí lúcido, con buenas decisiones y con golpes hirientes, se adelantó por 3-1 en el segundo set y todo parecía encaminarse para su victoria. Sin embargo, Diego respiró, reaccionó, empezó a variar las alturas, logró romperle el saque al europeo y se colocó 5-3. Musetti, que se había visto tan cerca del éxito, sintió el cimbronazo interno, perdió convicción, sus tiros no fluyeron como en la primera porción del match y Schwartzman se fortaleció desde el aspecto anímico. El Peque, finalista esta temporada en los ATP de Buenos Aires y Río de Janeiro, empezó a dibujar jugadas estupendas con su raqueta y se adueñó del segundo set (6-4).
Con el viento en su favor, el argentino sacudió el score del tercer set muy pronto, rompiéndole el saque a Musetti en el tercer game, para adelantarse 2-1. Diego siguió enviando mensajes del otro lado, crispando el puño y alimentando sus convicciones ante un rival que cada vez se fue mostrando más impotente e irritado, aunque sin perder la peligrosidad.
De hecho, el umpire francés Arnaud Gabas (aquel que recibió, sin intención, un pelotazo en un ojo del canadiense Denis Shapovalov, en un partido de Copa Davis), le aplicó un warning al italiano por salivar sobre un fleje. Casi de inmediato Musetti revoleó un pelotazo y Schwartzman miró al juez de silla como reclamándole que lo multara con un punto en contra, pero Gabas optó por llamar al europeo a su silla y hacerle una advertencia.
Schwartzman, con el ánimo por las nubes, volvió a hacerle añicos el servicio a Musetti en el séptimo game (5-2) y sacó para cerrar el partido, pero no pudo mantener su juego de saque (5-3). Sin embargo, lejos de desmoralizarse y entrar en un agujero de nervios y confusión, golpeó rápido, le rompió el servicio otra vez a Musetti (en total, el partido tuvo quince quiebres) y firmó una victoria sumamente valiosa, por la categoría del rival (Musetti, además, se había quedado con el único duelo previo entre ambos, en la superficie dura de Acapulco 2021) y el prestigio del certamen, y porque construyó una muy buena remontada (estuvo set abajo y 1-3) en un día complejo.
Así, Schwartzman se convirtió en el octavo tenista argentino con -al menos- 50 triunfos en torneos de Masters 1000, detrás de David Nalbandian (113), Juan Martín del Potro (107), Juan Mónaco (80), Guillermo Coria y Chela (72, ambos), Gastón Gaudio (62) y Guillermo Cañas (51).
Schwartzman jugó por primera vez un main draw de Masters 1000 en marzo de 2015, en Indian Wells: perdió con Roger Federer después de vencer a Jerzy Janowicz. Su mejor tarea en un certamen de esa jerarquía fue en septiembre de 2020, en Roma, alcanzando la final (cayó con Novak Djokovic, pero en los cuartos de final derrotó -por primera vez- a Rafael Nadal).
El Peque, que ya fue cuartofinalista de Montecarlo 2017 (perdió contra Nadal), llega nuevamente a esa instancia en el Principado y este viernes (en el cuarto turno del court central, aproximadamente a las 12 en nuestro país) tendrá enfrente al último campeón, Tsitsipas (5° del mundo; batió al serbio Laslo Djere por 7-5 y 7-6 [7-1]), a quien domina 2-1 en el historial.
Luego de una opaca experiencia sobre el cemento de los dos primeros Masters 1000 de la temporada (rápidas eliminaciones en Indian Wells y Miami), Schwartzman, el mejor sudamericano del ranking, pisa firme sobre el polvo de ladrillo europeo y sigue añadiendo destacados capítulos a una carrera que ya posee muchas y muy buenas piezas cinematográficas.
Fuente: La Nación.