El ministro de Seguridad de Chubut apuntó contra el funcionario provincial, ex ariete de la primera gobernación del ya fallecido Mario Das Neves y ex agroministro de la Nación, de quien dijo que “deberia estar abocado a limpiar el municipio de estos punteros políticos que son delincuentes”.
“Lo del decano es por esa comparación con respecto a lo que es Trelew y en qué se ha convertido nuestra municipalidad, fundamentalmente todo esto lo hago por las mismas declaraciones que hizo Norberto Yauhar respecto a la cantidad de memorias policiales que tiene Trelew, que no se condice con lo que es la realidad”, enfatizó Federico Massoni.
Y agregó al aire por LU20 de esa ciudad que “quiere distorsionar la afirmación que hago sobre la realidad porque no solo tenemos un número importante de efectivos policiales en la ciudad sino que los venimos repartiendo para que estén en terreno y la sociedad los vea”.
“La Municipalidad de Trelew es la Universidad del delito y no tengo ninguna duda en decirlo, porque en forma permanente nos estamos encontrando que integrantes políticos siempre en allanamientos o en flagrancia, en distintos puntos de la ciudad, tienen participación delictual”, determinó el funcionario provincial.
En ese marco, destacó: “el decano de esta universidad es Norberto Yauhar, sin ninguna duda, quien debiera estar abocado a limpiar la Municipalidad de este tipo de situaciones que se dan de aquellos punteros que tenemos en esto que no es un tema nuevo y ha tomado un gran movimiento ahora que estamos en época electoral”.
“Naturalizar esto sería una aberración No lo digo yo, lo dice el ciudadano también. En forma directa o indirecta trabajan para la Municipalidad de Trelew gente que tiene amplios antecedentes delictuales, que son actuales porque no estamos hablando del pasado y es gente que estén reincorporando a la vida social, sino que mientras trabajan para la Municipalidad, siguen realizando hechos delictivos”, amplió Massoni.
El ministro remarcó finalmente que muchas veces se ofusca cuando ve “que la Justicia no vive la realidad que vive la sociedad, no se mete en las persona de la víctima y termina defendiendo al victimario dándole libertades a quien atentó contra la integridad física”.