El ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, insistió hoy en la necesidad de evolucionar hacia una campaña propositiva en la que se «discutan ideas», ratificó su intención de formar un «Gobierno de unidad nacional» para lograr una Argentina con «desarrollo, inclusión y convivencia» democrática y apuntó a su adversario libertario, Javier Milei, por hacer «pactos» donde «se reparten cargos».
En una entrevista con el canal La Nación+, Massa volvió contraponer su proyecto de país al propuesto por Milei, el candidato de la Libertad Avanza (LLA) con el que disputará el balotaje del próximo 19 de noviembre, cuestionó al expresidente Mauricio Macri, quien acusó al ministro de tener «compulsión a mentir», y reivindicó la figura del líder radical Raúl Alfonsín, a 40 años del triunfo electoral que lo convirtió en el primer jefe de Estado del retorno democrático.
«Yo no debato con expresidentes», le respondió Massa, quien recordó los dichos de Alicia Blanco Villegas, madre del líder del PRO, quien admitió públicamente «haber llegado a pegarle» a su hijo «por mentir».
«El tema de mentiroso lo decía la mamá de Macri. Decía de chiquito era muy mentiroso, (que) le tenia que pegar por eso», ironizó Massa y, tras afirmar que «respeta a todos los expresidentes», le recordó al empresario el «ancla» que su gobierno dejó a la Argentina con la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Yo tengo una preocupación muy grande como argentino. Argentina este año pagó 12 mil millones de dólares de la deuda con el FMI que él nunca explicó. Eso es un problema y un ancla para la economía argentina. Y el 66% de (el préstamo) fue a financiar timba financiera», le enrostró.
En otro orden, Massa sostuvo que «está claro cuál es el mecanismo o el sentido que mi Gobierno va a tener desde el 10 de diciembre», en referencia a que «no va a ser un Gobierno de su fuerza política sino de unidad nacional».
El ministro y candidato reafirmó así que «convocará a los mejores», inclusive a dirigentes que hoy está enfrentándolo electoralmente y quienes están en posición de «neutralidad», en un claro guiño a sectores del radicalismo, que ya expresaron su categórico rechazo al «pacto» electoral entre Milei y la excandidata de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich, que tuvo el decidido impulso de Mauricio Macri.
De hecho, afirmó que está hablando con dirigentes del radicalismo, así como dialoga con «todos los sectores» porque la Argentina el 10 de diciembre necesita un Gobierno de unidad nacional».
Fundamentó, en ese sentido, que «Argentina necesita recorrer un camino en el que aumente sus exportaciones para aumentar sus reservas y revaluar su moneda, que aumente las condiciones de ingreso en nuestros trabajadores y que además mejore su sistema de seguridad y su sistema educativo. eso requiere de acuerdos y políticas de Estado».
«Yo soy del Frente Renovador», respondió Massa ante una pregunta de la periodista María Laura Santillán sobre si el ministro pertenece al kirchnerismo.
«Esa chicana es la típica chicana con que viene la oposición. La gente no se lo pregunta. De alguna mamera tiene que ver con la falta de propuestas», apuntó y recordó que tras los dos debates presidenciales que hubieron hacia la primera vuelta electoral los ciudadanos «no recuerdan» las iniciativas opositoras.
«Necesitamos discutir ideas. lo que estamos discutiendo es si la Argentina va a tener trabajadores con derecho a la indemnización y a las vacaciones pagas o no, si vamos a tener la educación publica gratuita y de calidad o vouchers, si vamos a tener una sistema de salud publica y derecho a la vacunación y a la atención gratuita o si vamos a ir hacia una esquema pago», dijo Massa para contraponer los dos modelos de país en pugna hacia el balotaje del 19 de noviembre.
Y recordó que con la quita de subsidios a los servicios públicos que plantea su oponente de ultra derecha la boleta del luz va a costar «quince mil pesos», además de haber fuertes incrementos en los boletos del transporte público y en el costo de los combustibles.
Ante una consulta, el ministro de Economía se negó, para «no exponerlos», a dar nombres sobre quiénes podrían integrar un eventual gobierno a su cargo, repitió que elegirá para ello a «quien tenga virtudes para ocupar un lugar sea de la fuerza política que sea, o del sector empresario, gremial y social que sea».
«Usted no se tiene que sorprender si el 11 de diciembre en mi gobierno hay ministros o secretarios de Estado que hoy participan del PRO, del radicalismo , de la Unión Industrial, o que participan de (organizaciones) gremiales», completó en un tiro por elevación a Milei, quien tras ser derrotado por Massa en los comicios del 22 de octubre se apuró en ofrecer cargos a Bullrich y hasta a dirigentes de la izquierda trotskista.
«Yo no ando repartiendo cargos como confites. Cuando veo pactos que se reparten cargos y pienso que nacieron en teoría para eliminar a la casta , la verdad me sorprendo», ironizó sobre el accionar del líder libertario.
Fue, entonces, que criticó «el pacto que se dio acumulando dos sectores de la oposición», LLA y sectores de JxC.
Massa aprovechó la pregunta de Santillán sobre su relación con Macri y la «compulsión a mentir» que el exmandatario le endilgó al ministro, para recordar que él fue quien «eliminó» el impuesto a las ganancias, una promesa de campaña para las presidenciales del 2015, que el líder del PRO nunca concretó en sus cuatro años al frente de la Casa Rosada.
«Yo soy el ministro que eliminó el impuesto a las ganancias y nunca lo prometí. Hoy hay un millón de trabajadores argentinos que dejan de pagarlo por primera vez. Yo no fui el que lo prometí en campaña fue otro el que lo prometió, y ¿sabe lo que hizo? lo duplicó», le enrostró.
Y agregó: «A veces uno ataca al espejo. Tiene (Macri) como una cosa de atacar al espejo y tratar de asignarle al otro sus propios complejos. Supongo que por lo que decía la mamá es un complejo que traía de chico».
Más tarde, al ser abordado por la prensa al salir de un canal de televisión en el barrio porteño de Palermo, el candidato oficialista se refirió a cuestionamientos del espacio de Milei por presunto «fraude electoral», y afirmó que la Cámara Nacional Electoral «rechazó esas acusaciones».
«Me enteré por la Cámara electoral, que de alguna manera desmentía o rechazaba esas acusaciones. Creo que hay que ser buen ganador y buen perdedor. Cuando nosotros perdimos no salimos a plantear ninguna observación. Todavía falta la segunda vuelta. Tengamos respeto por el sistema democrático», apuntó..
Al cumplirse 40 años del triunfo de Raúl Alfonsín en las elecciones del 30 de octubre de 1983 -que significó el regreso de la democracia tras la última dictadura militar-, el candidato ponderó el rol que tuvo el exmandatario radical y añadió que la «construcción de unidad nacional» debe promover «el respeto a los expresidentes».
«Alfonsín le tocó poner luz después de un tiempo de mucha oscuridad. Creo que hay que reconocérselo y reconocerle esa enorme capacidad de enamorar muchos jóvenes para que se involucren en la política», explicó.