El diputado nacional presiona a los legisladores patagónicos porque con un guiño de los gobernadores quieren hacen una demostración de fuerza en medio de la negociación del presupuesto.
Según publica lapoliticaonline, Sergio Massa lanzó una fuerte campaña de presión a los diputados radicales patagónicos para que el miércoles asistan a la sesión especial que tratará la derogación del decreto que rebajó las asignaciones familiares a las zonas desfavorables.
El tigrense preparó spot para trabajar en las redes sociales en las provincias del sur, en el que se invita a la gente a llamar a sus diputados. Las provincias patagónicas son las más perjudicadas por la medida que el 2 de agosto Mauricio Macri postergó un mes, para evitar una rebelión de sus diputados en la sesión que estaba llamada para esa semana.
Ese anuncio logró calmar a la radical rionegrina Lorena Matzen, que estaba dispuesta a sumarse a la sesión pero tuvo una excusa para no aparecer y ayudar a que no haya quórum, por ausencias salpicadas en todos los bloques opositores.
Matzen no tendrá esa excusa el miércoles, como tampoco su correligionario Gustavo Menna (Chubut) o los fueguinos Héctor Stefani y Carlos Gastón Romá y el neuquino Leandro López, del PRO. La sesión fue pedida por Graciela Camaño, jefa del bloque de Sergio Massa, tuvo la firma de Diego Bossio y el kirchnerismo ratificó que participará.
Las tres bancadas reúnen 119 votos, 10 menos que el quórum, pero pueden alcanzarlo con los 5 del Movimiento Evita, los 4 San Luis, los 2 de izquierda y un puñado de monobloques como Luis Contigiani (Socialismo), los santafesinos Alejandra Rodenas y Alejandro Ramos y los mendocinos Omar Félix y José Luis Ramón (Intransigente).
Si hay quórum, Cambiemos deberá bajar de urgencia para bloquear los dos tercios e impedir que los proyectos para derogar el decreto de asignaciones sean enviados al Senado. No pueden aprobarse por mayoría simple porque no tienen dictamen ni lo tendrán: el macrista Luciano Laspina cajonea cada ley que tenga gastos molestos para la Casa Rosada.
Con los números tan justos para la mitad más uno, será clave que no se atrase ningún avión o en la Casa Rosada persuadan a algún gobernador de retener a sus diputados.
Macri de todas maneras sabe que el costo político de mantener esta medida es altísimo y su beneficio fiscal menor, por eso en el bloque de Cambiemos afirmaron a LPO que desde la Casa Rosada les dijeron que posiblemente se termine dando de baja la medida.
En la bancada Argentina Federal aseguraron que eso no pasará y estarán todas sus bancas ocupadas, un golpe bajo a Macri que negocia una foto de unidad y armonía con los mandatarios provinciales para el martes.
Sueña con enviar un mensaje al FMI y ablandar la negociación para renovar el préstamo que lleva adelante Nicolás Dujovne, pero a los gobernadores y a Sergio Massa no les agrada ser llevados a la rastra cuando ni siquiera se conoce la letra chica del presupuesto y todos los recortes se definen por decreto.
El gobierno incluso filtró a algunos medios que Macri pensaba convocar a Massa luego de dos años de no hablarle. El tigrense se curó en salud y mandó a Camaño a contestar públicamente, por lo que considera es un abrazo del oso del Gobierno para dejarlo pegado con el ajuste en march: «¿Cuál es la necesidad de acercarse o reunirse? Ninguna. Sergio Massa tiene un bloque de diputados en el Congreso de la Nación que son los que van a afrontrar la discusión del Presupuesto cuando llegue a la Cámara. No sé por qué lo quieren citar a Sergio», afirmó Camaño a radio Mitre.
«No existe absolutamente ninguna vinculación. Imagino (si Massa respondería a un llamado de Macri) que lo hará a través de la Cámara de Diputados, que es lo correcto. Esta costumbre del Gobierno de no institucionalizar un diálogo, pero hablar del diálogo. Hay un diálogo trucho, un diálogo de fotos, que no sirve ni para el Presidente, el Gobierno o la gente», cerró la diputada.
En el Senado, que es siempre es más dócil, Cambiemos logró bloquear dos sesiones llamadas para derogar el recorte a asignaciones por las ausencias de la mayoría del bloque Justicialista, conducido por Miguel Pichetto. Fue uno de los reproches que sufrió de sus pares el miércoles.
La única senadora de Cambiemos que fue a defender las asignaciones de su provincia fue la fueguina Miriam Boyadjian, pero nunca aparecieron los radicales santacruceños Eduardo Costa y María Belén Tapia. Y no explicaron por qué.