Masivo acto en las calles por Chávez

El vicepresidente venezolano Nicolás Maduro cerró un masivo acto popular en Caracas, en la jornada en la que el mandatario Hugo Chávez debía asumir su nuevo mandato. Acompañado por funcionarios, gobernadores, miembros de las Fuerzas…

jueves 10/01/2013 - 21:00
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El vicepresidente venezolano Nicolás Maduro cerró un masivo acto popular en Caracas, en la jornada en la que el mandatario Hugo Chávez debía asumir su nuevo mandato. Acompañado por funcionarios, gobernadores, miembros de las Fuerzas Armadas y representantes de 27 países de la región, Maduro improvisó un «juramento colectivo de lealtad a Chávez y a la Patria». Además, advirtió que «hay un plan de sectores de la ultraderecha para buscar un muerto, dos muertos, y llenar de sangre las calles de Venezuela». Ayer el Tribunal Supremo de Justicia autorizó a posponer la ceremonia de jura.

Según publica Página 12, el acto de apoyo al presidente reelecto de Venezuela fue cerrado por el vicepresidente Nicolás Maduro con un encendido discurso frente al Palacio de Miraflores. Junto a Maduro y los miembros del gobierno venezolano estuvieron los presidentes de Bolivia, Evo Morales; de Haití, Michel Martelly; de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Uruguay, José Mujica, así como los cancilleres de la Argentina, Héctor Timerman, y de Ecuador, Ricardo Patiño, y el ex presidente paraguayo Fernando Lugo, entre otras autoridades.

Tras la entonación a capella del Himno Nacional por parte de la multitud, el canciller argentino Héctor Timerman abrió la lista de oradores con un breve discurso en el que dijo ser portador de un mensaje de cariño y afecto de parte de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al tiempo que confirmó que CFK visitará mañana en La Habana a Chávez.

«¿Quién dice que el compañero Hugo está ausente? Está en su pueblo», arengó Fernando Lugo al tomar el micrófono. «La Revolución Bolivariana está en buenas manos porque está en manos del pueblo venezolano», añadió el ex mandatario paraguayo, destituido tras un golpe institucional en junio de 2012.

Por su parte, el boliviano Evo Morales manifestó que «en este momento Hugo Chávez Frías está en la consciencia de todos los bolivianos y todas las bolivianas». Evo llamó a «la unidad en Venezuela y la unidad en Latinoamérica» y auguró que «Chávez pronto seguirá al frente de la Revolución». Además, reconoció su «admiración y respeto a este pueblo venezolano revolucionario, socialista y solidario» y recordó los desayunos vividos con el líder bolivariano en sus visitas anteriores a Caracas. «Hoy desayuné una arepa y me sentí que estaba con Chávez», expresó.

Maduro fue el último orador, tras unas breves palabras del uruguayo José Mujica, quien pidió: «Permítanme callarme la boca». El mandatario uruguayo agregó que «esta tarde sobran las palabras», remarcó que «hay un hombre que está dando la batalla por la vida y está en el corazón de ustedes» y manifestó que «si mañana no está: unidad, paz y trabajo queridos compañeros.»

Luego el vicepresidente tomó el micrófono y brindó un largo discurso, en el que agradeció en nombre de los familiares de Chávez, del gobierno y del pueblo venezolano la presencia de los presidentes y autoridades de 27 países de la región. Dijo además que quería «transmitirle a los pueblos hermanos aquí representados el compromiso renovado de la Revolución Bolivariana con la unión y la independencia de América Latina y el Caribe». Recordó que bajo la presidencia del reelecto mandatario se creó en Caracas la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) -«el sueño del Libertador Simón Bolívar»- y remarcó que «no habrá derecha apatrida ni aquí ni en el mundo que pueda borrar de la historia esa marca eterna de la obra de nuestro Comandante».

«Comandante, tranquilo, continúe su batalla que aquí tiene un gobierno bolivariano y un pueblo bolivariano respaldándolo», sostuvo, para ser interrumpido por cánticos que decían: «El pueblo está seguro, con Chávez y Maduro». Luego el vice volvió a desmentir las versiones sobre diferencias con el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. «Dicen que Diosdado y yo nos estamos matando, nos estamos matando de amor, nos estamos matando de amor por el pueblo, por Chávez y la patria», afirmó mientras lo estrechaba en un abrazo.

Continuó con críticas a la oposición venezolana y a las operaciones de prensa que se sucedieron desde el extranjero. «Se ha pretendido nacional e internacionalmente manipular y aprovechar las circunstancias de la operación y de la convalecencia del Comandante Chávez para desestabilizar nuestra Patria», aseguró Maduro. «A esa oposición que siempre cae en la tentación golpista la llamamos a la reflexión», dijo el vicepresidente venezolano, al tiempo que denunció la existencia de un plan para generar violencia y desestabilización. «Alertamos a todas las fuerzas de seguridad policiales a cuidar mucho la acción que se vaya a hacer», manifestó, y reiteró que la derecha «está buscando manchar la vida política y las victorias de este pueblo».

«Si ustedes no reconocen el gobierno legítimo en funciones del presidente Chávez, nosotros estamos evaluando legalmente acciones muy contundentes porque si usted no me reconoce a mí, yo no estoy obligado a reconocerlo a usted. Así de sencillo», dijo Maduro dirigiéndose sin nombrarlo al ex candidato presidencial y reelecto gobernador de Miranda, Henrique Capriles.

«Todos somos Chávez, comandante de comandantes», arengó, para luego llamar a un «juramento colectivo de lealtad» que fue repetido con la mano en alto por los cientos de miles de asistentes al acto. «Juro frente a esta Constitución de la República Bolivariana de Venezuela absoluta lealtad a los valores de la Patria, absoluta lealtad al liderazgo del comandante Hugo Chávez», comenzó Maduro un largo recitado. «Aquí en Caracas hoy 10 de enero le decimos al comandante Chávez: recupérese que este pueblo ha jurado lealtad absoluta», cerró el hombre designado por el líder bolivariano como su sucesor político.

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