El Indec informó que la tasa de desempleo del primer trimestre fue de 7%; sin embargo, la contracara de ese dato oficial es que el trabajo informal trepó a 35,9%, el más alto de los seis años.
Según publica el diario Perfil, son casi 3,5 millones de personas para los que llegar a fin de mes es más que una odisea. Todo eso ocurre en una Argentina que tiene dos dígitos de inflación anual.
Esta semana, el Indec señaló que una familia tipo debe sumar 100 mil pesos mensuales para no ser pobres. ¿Cuántos hogares los reúnen y cuántos son los trabajadores que no logran entrar al sistema formal viviendo con menos de $ 50 mil solo para comer y viajar?
Aunque la inflación no lo es, el desempleo es una cifra de solo un dígito: 7% de acuerdo con el Indec en el primer trimestre de este año. Sin embargo, la calidad de ese trabajo es cada vez más precaria y hay 3,3 millones de argentinos que, en promedio, se las tienen que arreglar con 38 mil pesos al mes para vivir.
Entre enero y marzo, de acuerdo con datos oficiales del Ministerio de Trabajo, la tasa de desempleo no registrado alcanzó el 35,9%. “Si bien este indicador muestra un crecimiento interanual de 3 puntos porcentuales, este fenómeno se explica por la fuerte contracción del empleo asalariado no registrado provocado por los efectos de la pandemia”, señaló el informe de Principales Indicadores del Mercado de Trabajo de esa cartera que preside Claudio Moroni.
Con todo, esa suba fue la mayor de los últimos seis años. Así lo remarcó la consultora Abeceb, que preside Dante Sica. En un informe realizado por la economista Belén Rubio se destacó que “al primer trimestre del año la tasa de informalidad tocó un máximo en al menos 6 años”.
El mismo estudio advirtió que solo puede obtenerse un aproximado del ingreso promedio de los asalariados informales a marzo, ya que son los últimos datos oficiales de desempleo que se poseen.
Si se actualizan los datos de ingresos provenientes del Ministerio de Trabajo que se calculan en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, ese informe concluye que los ingresos de un trabajador informal son, en promedio, de apenas $ 38 mil por mes.
Es un valor totalmente lejano a los $ 100 mil mensuales que, según difundió el Indec esta semana, necesitó una familia tipo (dos adultos y dos niños en edad escolar primaria) para no ser pobres.
Con otra realidad bien distinta están los trabajadores formales en el sector privado, que suman casi 6,2 millones de personas. Quienes pertenecen a este grupo tienen, en promedio, ingresos de $ 138 mil, siempre a marzo de este año.
Según la consultora Abeceb, esos seis millones de trabajadores formales del sector privado representan el 59% del total de asalariados privados. Si se suman los empleados del sector público y cuentapropistas se obtiene el total del universo de trabajadores formales y son el 55,5% del total de los ocupados. Ese dato también reviste una arista de alerta: casi la mitad de los trabajadores de la economía argentina se encuentran en situación de informalidad.
Volviendo a los ingresos, los trabajadores del sector público recibieron los aumentos salariales más abultados, de enero a marzo fue una suba de 17,4% según índice de salarios del Indec. Son incrementos de los que carecen los informales cuyos $ 38 mil, en promedio, mensuales están lejísimo de los hasta $ 300 mil que puede llegar a ganar un diputado nacional. Incluso la medición salarial privada no registrada que mide el Indec y que consideró una suba le atribuyó un modesto 10,3% de enero a marzo. Es un porcentaje muy inferior al acumulado de inflación del primer trimestre 15,3% pero en alimentos en el mismo período sumó 19,6%.
Por otro lado, el impacto de una inflación que acumularía más de 30% en el primer semestre tendrá un impacto rotundo en las próximas mediciones de pobreza.
Para el informe Nowcast de pobreza de la Universidad Di Tella, que preside Martín González Rozada, entre diciembre 2021 y mayo 2022, la pobreza en los hogares urbanos sería de 41%. También otros informes advierten una suba de la pobreza en América Latina y el Caribe como consecuencia de la pandemia y la guerra en Europa.
“La pobreza aumentaría de 29,8% en 2018 a 33,7% en 2022 y la pobreza extrema se incrementaría de 10,4% en 2018 a 14,9% este año. Esto implica que 7,8 millones de personas estarán en riesgo de caer en inseguridad alimentaria, cifra que se sumaría a los 86,4 millones que actualmente se enfrentan a esta situación en la región”, señaló la Cepal en su informe especial “Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?”.
Por supuesto que esas consecuencias se agudizan en Argentina con una inflación que podría llegar al 62% en diciembre próximo, de acuerdo con las metas que el propio Ministerio de Economía acaba de modificar en el Presupuesto en curso.
“La situación de pobreza también alcanza a una proporción importante de trabajadores, si bien desde hace un tiempo se viene poniendo el foco en el deterioro de los ingresos reales de los hogares y de cómo esto afecta cada vez más a trabajadores asalariados registrados, cabe destacar que la mayor parte de los trabajadores pobres son los que realizan actividades laborales informales o precarias, éste es un elemento clave de carácter estructural que en gran medida, explica la persistencia de la pobreza”, dijo a PERFIL Juan Ignacio Bonfiglio, investigador del Observatorio de la Deuda Social Argentina.
Aún con un desempleo del 7% que el Gobierno celebró como una bocanada de aire fresco en medio de una economía que enfrenta varias dificultades, hubo datos oficiales que preocupan y no únicamente porque hay casi 3,5 millones de personas con trabajo informal que, en promedio, apenas ganan $ 38 mil por mes.
Según las cifras laborales oficiales alrededor de dos millones de personas reconocieron que tienen problemas de empleo en el país.
El registro del Indec señaló que 933 mil personas están desocupadas y que otras 1.355.000 están subocupadas. Y eso que el organismo oficial de estadísticas únicamente releva 31 distritos.
Si se extrapola la cifra de desempleo sobre la población total, más de 11 millones de habitantes mayores de 14 años tienen problemas de empleo en el país. Y tener empleo no necesariamente garantiza sumar ingresos familiares de $ 100 mil para comer cuatro veces al día.