Ciudadanos de Buenos Aires comenzaron a hacerse escuchar mediante el uso de palmas y cacerolas, minutos después de anunciarse las nuevas medidas contra el COVID-19.
Los bonaerenses demuestran su malestar con aplausos, bocinazos y al golpe de cacerolas, minutos después de que el presidente Alberto Fernández anunciara las nuevas restricciones a la circulación.
Una de las motivaciones recae en la suspensión de clases presenciales durante dos semanas. Las mismas se reanudaran a partir del lunes, y por al menos 15 días, bajo la modalidad virtual.