A partir de los casos de Luis Caputo y Valentín Díaz Gilligan, el presidente ordenó a su equipo que se ponga a disposición de la Justicia.
Una jornada pensada para el relax, la introspección y la convivencia «en equipo» terminó salpicada por al menos dos recientes escándalos que involucran a funcionarios de Cambiemos. Por eso, el pedido de transparencia fue uno de los ejes del mensaje que el presidente Mauricio Macri buscó transmitir a ministros, secretarios y legisladores en Chapadmalal.
El «retiro espiritual» del Gobierno coincidió con la revelación de que el actual subsecretario general de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, omitió declarar una cuenta por 1,2 millones de dólares en Andorra. La polémica se sumó al caso de Luis Caputo, ministro de Finanzas, quien ya es investigado por la Oficina Anticorrupción (OA) por su presunta participación en el circuito offshore.
En este escenario, Macri exigió a sus funcionarios que se pongan a disposición de la Justicia para despejar cualquier sospecha que ponga en duda sus deberes éticos. El Gobierno tuvo en ese sentido un arranque de año complicado, cuando se conoció que el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, había designado a una empleada suya en el SOMU y que había ingresado a varios familiares suyos en el Estado.
«Uno de los principales compromisos que asumí es el apego absoluto a la transparencia y a una administración clara», remarcó durante la conferencia de prensa que brindó junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña. Y aseguró que todos en su equipo «tienen que demostrar que las acusaciones no tienen sustento».
Cierre del encuentro y regreso a Buenos Aires
Con un asado junto a ministros y funcionarios, el presidente Mauricio Macri cerró anoche el encuentro que lideró desde el jueves en la unidad turística de Chapadmalal para evaluar la gestión y delinear los objetivos de los primeros meses de 2018.
En las próximas horas, retornará a la quinta de Olivos, informaron a Télam fuentes del Gobierno nacional.
