La carta que baraja el Presidente: Su relación con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, no es buena, pero igual el Presidente considera su designación en caso de que la presión del mercado no frene. El jueves por la noche adelantó las medidas que se vienen.
Carlos Melconian, ex titular del Banco Nación y hombre de consulta permanente del presidente Mauricio Macri, aseguró el jueves por la noche que el plan oficial para salir de esta situación delicada que atraviesa la economía no solo incluye un adelanto de fondos por parte del FMI sino también el compromiso de llevar la meta fiscal de 2019 de un déficit de 1,3 por ciento a cero. Además, aclaró que esa baja adicional del rojo no se logrará con mayores recortes presupuestarios sino con la aplicación de retenciones a las exportaciones. Melconian dio esas precisiones en la señal TN como si fuera el aporte de un analista más de los que transitan habitualmente por los sets de televisión. Sin embargo, su caso es diferente, a tal punto que los anuncios que se vendrán en los próximos días podrían incluir también su designación como futuro ministro de Economía dentro de una reestructuración del Gabinete que introduzca una figura fuerte, como en su momento fueron Domingo Cavallo y Roberto Lavagna. Su relación con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, no es buena, pero igual el presidente estuvo considerando en las últimas horas esta posibilidad en caso de que la presión del mercado no frene.
Melconian aseguró que el adelanto de los fondos por parte del FMI contemplará una exigencia adicional para el gobierno de Mauricio Macri. “Si no es joda”, aclaró.
–¿Cuál será esa exigencia? –le preguntaron en el programa Código Político.
–No lo sé, pero me imagino que debe ser contra un mayor cierre fiscal. Si de un déficit de 2,7 por ciento del PBI tenía que ir a 1,3 por ciento, que es la famosa negociación en el Congreso con el ajuste que se popularizó de 300 mil millones de pesos, 200 mil de Nación y 100 mil las provincias, me imagino que del 1,3 por ciento irá a cero.
–Eso me hace acordar a (Domingo) Cavallo y el déficit cero.
–El déficit cero me hace acordar a mi casa porque yo tengo 61 años y toda mi vida viví con déficit cero por definición. Entonces, resulta que en mi casa puede ser déficit cero y en el país puede ser menos 5 por ciento. Basta de decir que eso es ortodoxia y ajuste. No jodamos más, viejo. Que la política diga que un país con menos 5 por ciento no aguanta. Tenés una década que lo aguanta si privatizás, otra década que lo aguanta si tomás al Banco Central, a los fondos de pensión y al Banco Nación y te los fumás y sino otra década que lo aguanta la deuda. Algún día tengamos una década donde hay cero de equilibrio, que no es una potestad ortodoxa. Todos los tipos en nuestras casas hacemos esto y después vas al sector público y rifamos. De ninguna manera. Esto no involucra solo a este presidente, que ha cometido errores de mala praxis, como lo he dicho 500 veces, sino también a toda la clase política.
Luego la charla siguió y Melconian aseguró que “hemos quedado en la puerta de lo que yo algún día dije que era el Plan C (más devaluación con retenciones)”. “Cuando hablábamos de Plan C el dólar estaba veintipico de pesos y el tema era como implementar un plan C que matara dos pájaros de un tiro. Tener un tipo de cambio que pare la demanda de dólares. Simultáneamente que te genere recaudación y que no afecte tanto al poder adquisitivo, al precio de los alimentos”.
–Eso es un dólar de 30 y algo o 40 y algo y retenciones al campo
–No sé de cuánto.
–¿Y retenciones al campo?
–No, al campo no. Si el esfuerzo es patriótico y es para todos hay que decir que si al valor que ha tomado el tipo de cambio hoy le ponés una retención, digo por decir, del 10 por ciento, el tipo de cambio efectivo de la exportación hoy en la Argentina es sideralmente superior al que había acá hace una semana o diez días. Ahora, para que quede claro, nunca creí yo en ese instrumento como una cuestión permanente, lo que pasa es que esto es un incendio. En el incendio actúan los bomberos y vos no decís cuando corrés los cuadros “che, tené cuidado”. Acá estamos frente a ese conflicto. Esa decisión permite recaudar y atemperar por demanda. Primera cuestión, puede tener fecha de finalización. La sociedad argentina se va a reír porque a tantos impuestos le pusieron fecha de finalización y después quedaron. Segunda cuestión, no maltrata al tipo de cambio efectivo. Tercera cuestión, tranquiliza un poco el impacto en los precios. Cuarta cuestión, no puede ser sustituto de la baja del déficit que iba de 2,7 a 1,3 por ciento. A lo sumo puede ser que si tenés que ir de un déficit de 1,3 a cero por ciento venga esto. Pero con la baja de 2,7 a 1,3 por ciento tiene que seguir atancándose la ineficiencia que tiene este sector público porque si vas a poner retenciones para que el ajuste no se haga es siempre el perro que se muerde la cola.
Melconian también buscó remarcar que las retenciones son un instrumento habitual de política económica que no se usó exclusivamente durante el gobierno anterior. “No la hizo sólo el kirchnerismo y (Guillermo) Moreno, viene desde Adán y Eva. Acá la pudo haber hecho el kirchnerismo y Moreno y (Adalbert) Krieger Vasena”, aseguró.
En otro momento de la charla le preguntaron cuál podría llegar a ser la inflación de este año y dejó entrever que el piso será de 38 por ciento. “Esta es la inflación que fue del 10 por ciento, después del 15, después del 20 por ciento…El primer tipo al que escuché decir en el país ‘guarda que puede empezar con 3 fue mi socio (Rodolfo) Santángelo’. Después el presidente aceptó que era 30 por ciento. Un tiempo antes de esta escalada empezamos a pensar que tiene un piso de 34/35 por ciento. Ahora, habrá que ver donde para el tipo de cambio y como se transmite. Ahora bien, ¿por qué si en el 2014, con la anterior administración, con una devaluación menor a la de ahora, la inflación fue 38 por ciento y por qué en el 2016, ya con este presidente, con otra devaluación menor fue 38 por ciento, ahora, con más devaluación, va a ser menos de 38 por ciento? No tengo respuesta”, concluyó.