Se trata de tres capítulos que tienen el visto bueno del sindicalismo. El punto central es el que se refiere al blanqueo de trabajadores informales.
El Gobierno nacional envió al Congreso tres capítulos del proyecto de reforma laboral que cuentan, a priori, con el visto bueno del sindicalismo y se refieren al blanqueo de trabajadores informales, el establecimiento de sistemas de pasantías y la creación de una agencia de evaluación de tecnología médica.
Luego de que la iniciativa se empantanara en el Senado por las disidencias internas en la CGT respecto al proyecto, la Casa Rosada buscará avanzar en los próximos meses con los puntos que tanto los líderes gremiales como el bloque peronista aceptaron.
En ese sentido, el texto enviado por el Poder Ejecutivo trata sobre el plan para regularizar empleados en situación de informalidad, en el que se incluye eximir del pago de multas a aquellos empresarios que blanqueen a sus trabajadores y el reconocimiento por parte del Estado de los aportes al sistema previsional por los años en los que el empleado haya estado en la informalidad.
Asimismo, la iniciativa prevé reconocerle a los empleados informales el escalafón y la antigüedad.
El segundo punto apunta a la capacitación laboral continua, que pretende que las pasantías sean una modalidad de capacitación y también apuntará a reconvertir oficios que están cayendo en desuso.