El jefe de Gabinete Marcos Peña anunció que «ya está vetada» la ley sancionada anoche en el Senado para retrotraer las tarifas de los servicios públicos a 2017 y prohibir su actualización por encima del índice de variación salarial. «Fijar tarifas no es función del Congreso», repitió el funcionario.
A solo cinco horas de ser sancionada, la ley que retrotrae los aumentos de tarifas a noviembre de 2017 fue vetada por el presidente Mauricio Macri. Así lo anunció el jefe de Gabinete, Marcos Peña: “La ley ya está vetada”, dijo.
Las razones que esgrimió fueron que «no respeta el mandato constitucional del Parlamento” y “va en contra del federalismo”. Añadió que el texto será difundido en las próximas horas y que “el artículo es simplemente la facultad del Presidente de vetar una ley”.
“Muy buenos días. La ley ya está vetada”, fue el saludo con el que Peña recibió a los periodistas que aguardaban el Casa de Gobierno el pronunciamiento que ya se esperaba. Como también era de esperar, volvió a responsabilizar al gobierno anterior por los ajustes que la actual administración decidió aplicar: “Lo que se votó fue la política tarifaria del kirchnerismo, de mentira y vaciamiento del sistema energético”, dijo y sin que nadie se lo preguntara lanzó que “Cambiemos va a ganar en 2019, porque la mayoría de los argentinos quieren seguir con el cambio”.
Además, aclaró que los fundamentos del texto serán difundidos en las próximas horas y que sobre ello también hablará Macri durante su visita a Salta, la provincia de su gobernador aliado Juan Manuel Urtubey.
No obstante, el jefe de ministros esbozó las generalidades conceptuales del veto a una norma que pretendió ponerle freno a la sangría de los bolsillos de los trabajadores a causa de los tarifazos en el gas, la luz y el agua. “Fue vetada porque no respeta el mandato constitucional” de que el Congreso “no tiene facultad para fijar tarifas”.
“La hemos vetado porque es una ley que va en contra del federalismo. Va contra los intereses de las provincia y no lo podemos permitir”, agregó cuando durante el debate de anoche en el Senado y durante el tratamiento previo en Diputados, tanto en comisiones como sobre el recinto, fue explicado que las provincias no subsidian las tarifas de Buenos Aires y Capital sino los costos de las empresas.
Peña también insistió en que “es irresponsable porque no fundamenta de dónde se va a pagar aquello que se votó ayer”. Lo que quiso decir fue que el texto de la norma no especifica de dónde se van a tomar los fondos para cubrir el “agujero” de ingresos que el freno a los tarifazos dejará en las arcas del Estado que el gobierno le gira a las empresas.
Luego, el funcionario recurrió a las comparaciones habituales con que el gobierno pretende dimensionar el impacto de lo que hace y no hace. Dijo que el monto que se dejaría de recaudar con los tarifazos “equivale a toda la obra pública del interior del país, a todo el sistema universitario y dos veces la AUH y a todo el presupuesto de seguridad y defensa”. No aclaró si a todo junto o a una política por toda vez.
Luego dedicó un tramo de su conferencia al peronismo que en su mayoría votó a favor del proyecto sancionado en la madrugada de hoy. Dijo que “hay peronistas que malinterpretan las encuestas porque creen que el malhumor (social) producto del esfuerzo implica que los argentinos quieren volver atrás” y los desafió a competir en las próximas elecciones “con una alternativa racional”. “Nosotros creemos que Cambiemos va a ganar en 2019 porque la mayoría de los quiere seguir con el cambio”, lanzó.
Por otra parte, negó que el veto a la norma votada por un amplio arco de la oposición interfiera en los próximos pasos. “La ley ya se vetó y dejó de ser una situación a analizar en el marco tarifario”, indicó y evitó rechazar o confirmar nuevos aumentos. “Estamos diciendo la verdad y la gente no come vidrio. Recomendamos no subestimar la razón por la que estamos en el gobierno”, concluyó.