La agencia de inteligencia estadounidense se dio cuenta que su destino no estaba dentro de las fuerzas y decidió darla en adopción.
Lulu se unió a la clase 2017 del programa K9 para detección de explosivos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y a priori, tenía un futuro enorme en la fuerza.
Sin embargo, fue despedida de la CIA debido a que no le interesaba cumplir con su tarea, que era olfatear explosivos y así detectar bombas.
La perra raza labrador prefería pasar el tiempo jugando con niños que se cruzaba en su camino, que entrenar o trabajar.
Así lo dio a conocer la CIA en su sitio web ese año 2017: “Incluso cuando podían motivarla con comida y jugar a buscar, claramente no estaba disfrutando por más tiempo. La principal preocupación de nuestros entrenadores es el bienestar físico y mental de nuestros perros, por lo que tomaron la decisión extremadamente difícil de hacer lo mejor para Lulu y dejarla fuera del programa”.
Según la institución “ahora disfruta de sus días jugando con niños, husmeando conejos y ardillas en el patio trasero y comiendo alimentos y tentempiés de un plato para perros. Aunque dejó de entrenar, Lulu sigue siendo un perro muy bueno”.
“Extrañaremos a Lulu, pero esta fue la decisión correcta para ella. Le deseamos lo mejor en su nueva vida”, escribieron por último.