En medio de la normalización de la situación de desabastecimiento de nafta y gasoil en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), las empresas productoras de combustible aplicaron un aumento 10% en promedio en el país. Ayer había finalizado el acuerdo de precios entre la industria y el Gobierno y, desde esta madrugada, empezaron a regir los nuevos valores.
De esta manera, los nuevos precios de YPF en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) quedaron así: nafta súper, $272(US$0,78); nafta premium, $349 (US$1); gasoil súper, $292 (US$0,83), y gasoil premium, $398 (US$1,14). El tipo de cambio oficial mayorista es de $350.
El martes por la tarde, la industria emitió un comunicado conjunto en el que dijeron -según publica La Nación– que “continúan realizando sus máximos esfuerzos para normalizar rápidamente la situación de abastecimiento de combustibles en todo el país”.
“Las acciones implementadas en los últimos días ya comenzaron a dar resultados y las estaciones de servicio de todo el país confirman que aumentaron los volúmenes de combustible que están recibiendo. El sector aumentó el ritmo de despacho desde sus refinerías e implementó un esquema especial logístico con más de 4000 camiones cisterna que permitieron incrementar entre un 10 y un 15% la oferta habitual de combustibles”, explicaron.
También dijeron que se sumó el combustible aportado por cinco barcos y se prevé el arribo de dos barcos más que permitirán recomponer los stocks de combustibles. Cada buque cuesta entre US$35 y US$40 millones, que serían financiados con dólares al tipo de cambio oficial ($350) del Banco Central.
Los precios de los combustibles aumentaron en el año alrededor de 76%, mientras que la inflación acumulada hasta noviembre es del 120%.
A cambio, el Ministerio de Economía les ofreció a la industria petrolera diferir los pagos de derecho de exportación (retenciones) hasta fines de marzo, para que les vendan a las refinadoras el barril de petróleo a US$56, muy por debajo de los US$85 al que cotiza el Brent, la referencia internacional utilizada en el país.
La AFIP, en tanto, volvió a postergar hasta febrero el aumento del impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) por novena vez seguida, para evitar aplicarle más presión a los precios. Los dirigentes de YPF habían propuesto hace dos años cambiar la manera de actualizar el impuesto, pero el oficialismo nunca impulsó el proyecto en el Congreso. Actualmente, se deberían actualizar de manera trimestral según la inflación pasada.
El Gobierno también les permitió a las refinadoras importar gasoil y naftas sin impuestos hasta fines de noviembre, según el decreto 461, firmado por el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y por el ministro de Economía, Sergio Massa (la fórmula oficialista a presidente y vice).
La Cámara que agrupa a todas las estaciones de servicio -la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha)- también emitió un comunicado hoy en que avisa que “se está produciendo un incremento en la provisión de combustibles, en los términos indicados por las petroleras, en el aludido plan de abastecimiento por ellas trazado”.
“De disponerse en forma continua, con los volúmenes comprometidos, el ritmo de llenado de tanques de nuestras estaciones de servicio podrá regularizarse durante la presente semana, situación que ya comenzó a ser palpable en los grandes centros urbanos”, agregaron.