Michael Schumacher es protagonista de una vida plagada de velocidad, gloria y fama, pero su vida cambió radicalmente el 29 de diciembre de 2013 y desde entonces poco se sabe de cómo es su realidad. El hermetismo ha rodeado a uno de los hombres más famosos del planeta e incluso la verdad se ha mantenido oculta en su propio documental que se estrenó hace días. Vía Infobae.
Por eso sus millones de admiradores, ex colegas y muchas de las personas que lo acompañaron durante sus años como piloto de la Fórmula 1 viven en la incertidumbre de no saber cómo se encuentra el hombre que tantas alegrías le dio. Pese a esto, en casi 8 años de silencio, hay algunas pistas que ayudan a dilucidar cómo se encuentra en la actualidad.
El alemán esquiaba en la estación alpina de Méribel junto a su familia cuando se golpeó la cabeza contra una roca que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo, con hematomas intracraneales y edema cerebral difuso. De inmediato, un helicóptero arribó al lugar y lo llevó a la clínica de Moutiers, aunque tras estabilizarlo fue trasladado nuevamente, esta vez a un nuevo centro médico en Grenoble, más preparado para tratarlo.
“Ha necesitado inmediatamente una intervención de neurocirugía. Se encuentra en estado crítico”, informó el primer parte médico que se conoció después de que se le practicara una doble cirugía en la cabeza.
Fue entonces cuando el corredor quedó inmerso en un coma profundo y su familia levantó un cerco mediático que evite que cualquier tipo de información sobre su estado llegue a oídos de los fans, de la prensa o de cualquiera ajeno al círculo íntimo. Hasta el día de hoy, ese muro que impide las filtraciones sigue tan sólido como el primer día.
Desde entonces se ha sabido poco y nada sobre Schumacher, que en junio de 2014 pasó a estar internado en el hospital universitario de Lausana, Suiza. Tras pasar poco más de 250 días entre diversas clínicas, su esposa, Corinna Bresch, tomó la decisión de mudar al ex piloto de Ferrari a su hogar, una mansión a orillas del Lago Geneva, en Gland, Suiza, que fue reformada para mantener con vida al múltiple campeón de mundo.
Con el pacto de silencio de la familia, hubo que apelar a las declaraciones de algunos allegados a su círculo íntimo para poder saber al menos pequeños datos que ayuden a deducir cómo se encuentra Schumacher en la actualidad. En septiembre 2016, el abogado de la familia, Felix Damm, reveló que el ex piloto no podía caminar y ese dato fue uno de los primeros que aportó algo nuevo desde su accidente.
Hubo que esperar casi dos años, para saber algo más. En agosto de 2018, un familiar que se mantuvo en el anonimato habló con la revista Paris Match: “Cuando lo pones en su silla de ruedas frente al hermoso panorama de las montañas que miran al lago, Michael a veces llora”.
Luego fue el arzobispo Georg Ganswein, quien dio más detalles a la revista Bunte: “Me senté frente a él, lo toqué con ambas manos y lo miré. Su cara, como todos sabemos, es la típica cara de Michael Schumacher; sólo se ha vuelto un poco más rellena”.
En 2019 hubo un gran cambio con respecto a los anteriores, luego de varios rumores sobre una mudanza, que fueron desmentidos por la familia, un megaoperativo de seguridad alertó a París de que la leyenda de la Fórmula 1 había sido trasladada a un centro clínico de la capital francesa.
El germano que para entonces ya tenía 50 años llegó en una ambulancia al Hospital Georges-Pompidou y entró en una camilla cubierto por una manta azul que ocultó completamente su rostro y su cuerpo, rodeado de una decena de personas que formaban parte del dispositivo de seguridad.
Allí, se supo después, fue atendido por Philippe Menasché, pionero de la terapia celular para curar la insuficiencia cardíaca. Sin embargo, el médico no afirmó haber trabajado directamente sobre Schumi y negó que estuvieran realizando un “experimento” como se había dicho en primera instancia: “Yo no hago milagros. Con mi equipo no estamos haciendo ningún ‘experimento’, término abominable que no se corresponde con una visión sería de la medicina”.