La extracción gasífera se incrementó notablemente desde 2012 de la mano de EFO. La producción de petróleo comenzó a declinar en 2014 y se mantiene la tendencia. En los últimos años hubo muchos cambios en el mapa hidrocarburífero.
El año pasado, Río Negro cerró con 35 concesiones de explotación distribuidas entre 18 operadoras.
La producción hidrocarburífera en Río Negro en la última década se caracterizó por dos momentos; una pequeña pero paulatina caída en la producción del crudo y un alza significativa en la extracción de gas.
El descenso en los índices en los hidrocarburos líquidos se originó en 2014 y mantiene una merma que oscila entre el 10 y 20 por ciento anual. Se prevé que 2019 finalice con cifras similares a las del año pasado.
La otra cara de la moneda es el incremento en la producción gasífera que tomó impulso en 2011. El crecimiento coincide con la auge de la explotación en el yacimiento Estación Fernández Oro (EFO), principal bloque productor de gas en Río Negro.
En 2011, el yacimiento ubicado en Allen -mayormente- y Fernández Oro, aumentó su producción por encima del 95 por ciento en relación con 2010. Causalmente, la provincia incrementó la extracción un 44 por ciento. Fue el salto más grande de la última década.
Desde ese año, la extracción gasífera registró un incremento al ritmo de EFO, que ya en 2018 produjo más del 55 por ciento del total de Río Negro.
El área operada por YPF extrajo entre enero y noviembre del año pasado más de 6 millones de metros cúbicos.
Esa cifra representa un 30 por ciento por encima si se suman las tres áreas que siguen la lista en producción gasífera: Entre Lomas (Vista Oil&Gas), Agua Salada (Tecpetrol) y Loma Negra (Capex YPF y otras). En estos diez años, solo en 2015 la actividad sufrió una leve retracción del 7 por ciento. EFO es también uno de los principales bloques de producción de crudo.
Históricamente, en Río Negro el gas fue una atracción secundaria, y el foco siempre se fijó en crudo. Sin embargo, en los últimos años la matriz extractiva se fue modificado lentamente. El año pasado, el gobierno licitó el bloque exploratorio Puesto Zúñiga que genera una gran expectativa en la explotación de gas.
Como contrapartida del potencial gasífero que generaron áreas como EFO, los principales bloques petroleros perdieron fuerza de la mano de la extracción convencional.
Hoy, muchas son áreas marginales que requieren procesos específicos de recuperación secundaria y terciaria para mejorar la producción.
En ese contexto, el 2018 fue un año importante para el sector rionegrino. El gobierno provincial licitó varias áreas y hubo otras que cambiaron de manos, en busca de mayor eficiencia.
Por ejemplo, YPF vendió cuatro bloques que fueron adquiridos por firmas especializadas en la explotación de áreas marginales. El 2019 cerró con 35 concesiones para explotación repartidas entre 18 operadoras.
La extracción de crudo comenzó a sufrir una leve caída a partir de 2014. Ese año, según datos de la secretaría de Energía de la Nación, la producción en Río Negro fue de 38.322 barriles por día (bpd) contra los 41.968 bpd que se registraron en 2013. La caída fue del orden de 11 por ciento.
Al año siguiente volvió a caer un 20 por ciento. El descenso en los años siguientes fue paulatino, en 2017 se registró una merma de 1.661 bpd menos que en 2016. En 2018 fue mayor y la baja fue de 1.800 bpd menos.
El 2019 podría finalizar con cifras similares a las del 2018.
El gobierno todavía no publicó los datos de diciembre. Hasta noviembre, la producción total fue de 30.400 bpd y según la proyección rozará los 31.251 bpd del año pasado. El promedio entre 2010 y 2018 fue de 37.328 bpd.
Fuente: Diario Río Negro.