A cuatro días del comienzo del juicio oral y público de la Causa “Embrujo”, que investiga la conformación de una asociación ilícita y la presunta creación de empresas para lavar activos, se exhiben algunas de las conversaciones entre los principales imputados que dejan de relieve, según los fiscales Rodríguez y Williams, no solo las excentricidades de los protagonistas, sino también el manejo, el control y el poder que ejercía Diego Correa en la estructura del Gobierno Provincial.
La acusación de los fiscales Omar Rodríguez y Alex Williams contiene conversaciones excéntricas entre Correa y Luthers. En un chat de WhatsApp plantearon la idea de comprar un auto de alta gama. Además, el ex secretario de Unidad Gobernador viajó desde Barcelona a Buenos Aires junto a su pareja en primera clase, luego de disfrutar unos días en la paradisíaca isla de Ibiza.
El 16 de agosto de 2017, Correa y Diego Luthers -los dos principales acusados de la causa de acuerdo a la expectativa de pena solicitada por los fiscales en la acusación formal- dialogan a través del chat de WhatsApp sobre la posibilidad de adquirir un Ford Mustang, un auto de alta gama caracterizado por el diseño, la potencia y la velocidad que posee.
“Correa le manda foto de un Mustang a Luthers” y este se ríe y le dice “cuando vuelvas mínimo compramos un Mustang”, detalla la pieza acusatoria a la que accedió Diario El Chubut.
La conversación continúa y Correa, que se encontraba en Europa, responde “obvio”, en alusión a la afirmación de Luthers de comprar un Mustang cuando el exsecretario privado de Mario Das Neves retornara de sus vacaciones por el viejo continente.
Cinco días después, el 21 de agosto de 2017, Correa le hace un pedido particular a Luthers vinculado al regreso de Europa a Buenos Aires.
Los fiscales Rodríguez y Williams detallan que ese día “Luthers le confirma a Correa que le sacó los pasajes de Ibiza a Barcelona con la American (Express)”.
Pero las peticiones del ex titular de Unidad Gobernador continuaron al día siguiente. El 22 de agosto de 2017, “Correa le pide a Luthers que le cambie el pasaje de Barcelona a Buenos Aires, en primera clase” y minutos después, “Luthers confirma el cambio”, sostiene la acusación.
Mientras Correa disfrutaba de las cálidas arenas de la isla ubicada en el Mar Mediterráneo, Luthers le plantea una necesidad. “Me puedo autopagar el sueldo”, preguntó, a lo que Correa respondió: “Sí”.