Luego del desplome que mostraron los salarios en diciembre –el mes de la devaluación–, volvieron a reflejar en enero una caída real de casi el 5% y ya se ubican en niveles que mostraban a comienzos de este siglo, cuando la Argentina salía de la mayor crisis económica y social de su historia reciente, indica La Nación.
Si el pasado y el presente no son promisorios, por lo menos por ahora, tampoco lo es el futuro. En un contexto recesivo, las grandes empresas prevén dar aumentos de sueldos menores al 200% este año, lo que implica que –según las proyecciones de inflación que los analistas privados tienen para este año–, esas remuneraciones volverían a perder con la inflación.
La Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) –que puede asemejarse al salario formal de los trabajadores– mostró un avance de 15% mensual y un 175% interanual, hasta los $555.269. “Quedó por debajo de la inflación de enero (20,5%) y de la interanual (254%). Esto arrojó una caída real de 5% mensual y 22% anual”, explicó Fernando Marull, economista de FMyA.
“La suba de salarios está en línea con nuestra proyección de 15% mensual para el primer trimestre de 2024. El salario en febrero empataría con inflación (+15%) y en marzo debería empezar a ganarle a los precios”, avizoró Marull.
Pese a la retracción de 4,9% en enero, la mayor caída se vio en diciembre pasado, cuando el salario formal se hundió 13,66%. Para encontrar una caída similar hay que ir hasta 2002 (9,44%). El sueldo, según los números de Marull, se encuentra a niveles de marzo 2005.
“Para el bimestre diciembre–enero, caen un 18% real”, escribió Salvador Vitelli en la red social X. “En moneda constante, significa volver a salarios de mayo de 2005. Es la mayor caída real interanual desde marzo de 2003, o sea, post-salida de la convertibilidad”, remarcó el economista.
Ajustados por el contado con liquidación (CCL), el salario cayó desde 2011 –cuando Cristina Kirchner sostenía un atraso cambiario– de US$908 a US$264, casi un 71%. “En términos de dólares [cotización oficial] que se pueden comprar no cayó”, dijo Gabriel Caamaño Gómez, economista de Ledesma, si se mira la serie entre los puntos que unen 2005 y 2024.
En 2023, los sueldos –según el índice Salarios del Indec– ya habían tenido un año malo. Los trabajadores públicos habían mostrado, según el Indec, una caída real de 20,2%; los privados, una del 14,7%, y los trabajadores informales, una del 31%. Vale aclara que la estadística del Indec tienen una demora en la carga de cinco meses para estos últimos, por lo que se estima que los incrementos salariales de este último segmento fue mayor.
Según el Iaraf, en los 72 meses que transcurrieron entre enero de 2018 y diciembre de 2023, los trabajadores privados formales perdieron el equivalente a 10,5 sueldos; los públicos, a 12,4 sueldos y los informales, a 19,1 sueldos. “Esto significa que, si bien los trabajadores privados formales cobraron 72 sueldos, respecto a 2017 fue equivalente a cobrar 62 sueldos, una pérdida promedio del 14,6%. En el caso de los públicos fue como cobrar 59 sueldos mensuales de 2017. Y, por último, en el caso de los trabajadores informales, fue equivalente a 53 sueldos de 2017″, dijo el director del Iaraf, Nadin Argañaraz.
Los sueldos previstos en 2024
Las perspectivas para lo que viene no son auspiciosas. Una encuesta de SEL Consultores entre las grandes empresas –que se actualiza todos los meses dado el contexto– remarcó a fines del mes pasado, que los departamentos de Recursos Humanos o Capital Humano prevén que, en promedio, las subas en el primer bimestre fueron de 35%, pese a que hubo algunas empresas que dieron hasta un 25% y otras, un 45% tanto dentro como fuera de convenio.
Con relación a la previsión para fines de este año, el incremento salarial para personal fuera de convenio se estima en un 195%, en promedio. Habrá firmas que ofrezcan un piso de 170%, mientras que otras se estirarían hasta 220%.
Por otra parte, la proyección –con la foto de hoy– de aumentos de sueldo para personal dentro de convenio en grandes empresas es de 197%. Un percentil ofrecería, según los datos relevados por SEL, hasta 177%, mientras que el tope sería de 215%. Todas las previsiones son menores a las previsiones de inflación que tienen bancos y consultoras privadas para este año.
“Con respecto a los incrementos salariales y la inflación real, claramente hay un gap negativo tanto a febrero como en la proyección 2024. ¿Por qué? Porque a febrero la inflación acumulada es de un 42,32% y la proyectada para todo el año a hoy es 231,8%. Así que tanto para personal dentro como fuera de convenio, la proyección 2024 y lo dado en lo que va de este año, es decir, a febrero, está por debajo de la inflación efectiva y la inflación proyectada. Así que obviamente los salarios vuelven a estar por debajo de la inflación real”, afirmó la socióloga y directora de SEL Consultores, María Laura Calí.
Según la última edición de la encuesta TISA realizada por la consultora especializada Mercer entre 507 empresas locales, las firmas cerraron con incrementos salariales en 2023 de 166%, sin catch-up (actualización). Fue, en tanto, de 203% con catch-up. Son porcentajes que están por debajo de la inflación que marcó el Indec, de 211%.
El promedio anual de aumentos de sueldos salariales para 2024, en tanto, es de 196,46%, según Mercer. Esto significa, en coincidencia con el diagnóstico de SEL Consultores que volverá a haber una licuación salarial para los trabajadores si se tienen en cuenta las proyecciones de inflación en un año de recesión.