Los salarios formales arrancaron este 2023 por debajo de la inflación. Aunque subieron el 8,4% en febrero versus una inflación del 6,6%, la mejora no llegó a compensar el deterioro registrado en enero y así, en los dos primeros meses del año, los sueldos con aporte a la ANSES aumentaron un 12,5% contra una inflación del 13,1%. Se trata de un retroceso del 0,6%.
El saldo interanual también es negativo para los trabajadores formales: de febrero 2022 a febrero 2023, los ingresos subieron un 94,4%, mientras que el índice de inflación se ubicó en 102,5%.
En febrero, el salario bruto (sin descuentos) promedio fue de $218.543,91, según cifras oficiales. Para determinar el ingreso neto (de bolsillo), a esa cifra habría que descontar el aporte de jubilación y salud del trabajador (17%) y eventualmente sumar el salario familiar por hijo o hija.
Los datos, reportados por Clarín, corresponden al RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables), calculado sobre la base de la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores en relación de dependencia.
En los últimos cinco años, los salarios formales tuvieron una pérdida del 22% frente a la inflación.
Sin embargo, el Ministerio de Trabajo considera que “el RIPTE no refleja necesariamente la evolución de los salarios del empleo registrado” porque no incluye, por ejemplo, los aumentos no remunerativos, se excluyen las remuneraciones de los nuevos empleos, considera los salarios de los puestos de trabajo del sector privado y del sector público nacional, provincial y municipal que transfirieron sus cajas previsionales al sistema nacional y tiene en cuenta el monto salarial hasta el tope imponible definido para los aportes personales al sistema de seguridad social.
En total, los trabajadores en relación de dependencia suman unos 7,7 millones, alrededor del 77% de los casi 10 millones de asalariados registrados. El resto aporta a las cajas provinciales u otros regímenes.
Estos 10 millones, a su vez, representan la mitad de todos los puestos de trabajo formales e informales del país (monotributistas, autónomos, asalariados sin descuento jubilatorio y trabajadores por cuenta propia informales).
Como índice salarial, el RIPTE se utiliza todos los meses para calcular el aumento de la cuota de las prepagas de los que ganan menos de 6 Salarios Mínimos (SMVM). Y cada tres meses (marzo, junio, septiembre, diciembre) para fijar la mitad del porcentaje de movilidad de las jubilaciones, pensiones y demás prestaciones sociales y en el cálculo de las indemnizaciones por accidentes de trabajo.
También se utiliza para actualizar una vez por año el Mínimo No Imponible del impuesto a las Ganancias y para actualizar el “piso” salarial, inicialmente de $ 150.000 y ahora de $ 404.062 para quedar exento del pago de este tributo, el tope del Ingreso Familiar para cobrar las Asignaciones Familiares.