Aparecen nuevos elementos en la causa por el homicidio de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell y de los mismos se desprenden varios puntos que aún no se pueden desentramar.
1 – Quién es «Pipo»
Un joven todavía no identificado aparece en todas las imágenes de las cámaras de seguridad con las que se realizó el seguimiento del momento del ataque a Fernando y los movimientos de los rugbiers luego del homicidio.
«Le pedimos a la fiscal que investigue quién es. Es importante darles a los papás de Fernando una respuesta seria y tenemos que identificarlo», aseguró Burlando a este medio.
Desde la querella, no descartan el vínculo con la declaración del testigo que aseguró que un auto blanco abandonó la madrugada del crimen la cabaña que los rugbiers alquilaban en Villa Gesell.
«Podría haber sido él», reconoce Burlando. «Ya quedó demostrado que Pablo Ventura no estuvo, ni se profugó. Por lo que tranquilamente podría haber sido este chico».
2 – Quién inculpó a Ventura
Los diez rugbiers fueron detenidos el sábado a las diez y media de la mañana, casi cinco horas después del homicidio de Fernando. Cuando los efectivos policiales realizaron el allanamiento y encontraron las zapatillas ensangrentadas -cuyas pericias todavía no concluyeron-, al menos dos de los ahora imputados aseguraron que pertenecían a Pablo Ventura.
Pese a que el joven estuvo cuatro días preso y pudo demostrar que se encontraba en Zárate al momento del crimen, en ninguna parte del expediente figura quiénes fueron los que lo intentaron incriminar. El dato es clave, dado que la familia de Ventura iniciará acciones legales contra los rugbiers y no descarta tampoco apuntar contra la fiscal de la causa, Verónica Zamboni.
3 – En dónde está el celular de Ayrton Viollaz
Al momento de su detención, fue el único imputado que negó tener un teléfono celular fue Ayrton Viollaz. Es por eso que sólo se pudieron peritar los de sus nueve amigos y el de Ventura, quien lo entregó para demostrar que no había estado en la escena del crimen.
«Dijo que lo había vendido el día anterior a viajar para pagar sus cosas», precisaron fuentes policiales. Sin embargo, mucho se especuló con la posibilidad de que en realidad haya sido el teléfono desde el cual los imputados se comunicaron con su ahora representante legal, Hugo Tomei, quien se encontraba a pocos kilómetros de vacaciones en Cariló.
«Si lo usaron para comunicarse con él, estaban en su derecho. No vamos a avanzar sobre eso», reconocieron fuentes de la querella a este penal.
4 – Qué participación tuvieron Milanesi y Guarino
La Fiscal de la causa solicitó el cese de la detención preventiva de Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino por «falta de pruebas». El juez de Garantías de Dolores respaldó su decisión y sólo ratificó la medida para con el resto de los ocho imputados.
«Nosotros entendemos que estaban en el momento del homicidio porque las cámaras así lo muestran. Además, estaban en el chat de WhatsApp en el que se habló del crimen y ninguno dijo nada», insistió Burlando en diálogo con BigBang.
Para la querella, los diez rugbiers son «cómplices» y el homicidio no se habría podido llevar a cabo sin ninguno de ellos. «Pueden no haberle pegado a Fernando, pero pudieron haber impedido que se lo asistiera», refuerza el abogado.
Al momento, se espera el cotejo de los restos de ADN encontrados debajo de las uñas de Fernando. Eso podría complicar la situación de Milanesi, quien al momento de su detención tenía lesiones en una de sus manos compatibles con arañazos.
5 – Quién es «Salvi», el rugbier que se había bajado a último momento
En el intercambio de chats posterior al homicidio, Matías Benicelli envió un mensaje en el que criticó a sus amigos por haber roto el pacto de silencio.
Benicelli (06.06): Eu amigo, dejen de lorear. Están preguntando los otros pibes si nos peleamos.
Ciro Pertossi (06.06): Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie.
Benicelli (06.06 horas): Ya contaron, porque Santino preguntó qué onda por qué nos peleamos.
El teléfono de Santino figura en el expediente, porque era el único que integraba el chat grupal de los rugbiers. Después de que se conocieran las conversaciones, el joven se presentó ante la Fiscal y se puso a disposición.
La Fiscal constató que se encontraba en Mar del Plata al momento del crimen y quedó desvinculado de la causa. «Nosotros pedimos que se lo siga investigando», anticipó Burlando.
En el expediente también figura un intercambio de corres electrónicos del dos de octubre entre Enzo Comelli y la mujer que les alquiló la cabaña. En el mismo, el rugbier le explicaba que uno de los «chicos del contrato» se bajaba del viaje «por problemas familiares». Da el nombre de Salvador y no de Santino.
6 – ¿Se rompe el pacto de silencio?
Hay al menos dos rugbiers que ya solicitaron «asesoría» a otros abogados penalistas: se trata de los menos complicados en la causa. Hasta el momento, ninguno de los diez imputados declaró y todos siguen bajo la representación del mismo letrado.
«Lo más probable es que la defensa en bloque se rompa cuando la Fiscal eleve la acusación. En ese momento, cuando sepan bien de qué se los acusa, es posible que algunos busquen otra representación. En especial los que menos involucrados están», reconoció a este portal uno de los abogados penalistas consultados por las familias de al menos dos imputados.