El seleccionado tuvo la chance ante una Australia ganable, pero nuevamente falló en su juego y cayó por quinta vez en el torneo.
Otra vez la misma historia, una nueva derrota de Los Pumas, que llevan cinco en la misma cantidad de partidos del Rugby Championship que se juega todo en Australia. Fue 27-8 en favor del local, que con poco festejó por tercera vez en el certamen para llegar al segundo puesto.
Parecía que la historia podía ser otra respecto de las cuatro derrotas anteriores, con tres minutos con pelota controlada y avances punzantes ya para conseguir la primera chance. Pero Boffelli, desde distancia y posición favorables, erró un penal. Y otra vez lo mismo…
En la jugada siguiente, Australia aceleró y luego de una incursión de Hodge, que rompió el tackle de Cinti, los locales anotaban el primer try en su noche, nuestra mañana. El estadio de Townsville lucía lleno y con una panzada de rugby por el partido que antes los All Blacks le habían ganado a Sudáfrica para asegurarse el título a una fecha del cierre.
Argentina venía de perder, justamente, dos veces con los sólidos neozelandeses. En cambio, estos australianos no ofrecían la misma regularidad, de hecho perdieron bastantes pelotas en el intento por prosperar en ataque. La diferencia con los argentinos es que tuvieron el balón, situación necesaria para ganar en este o cualquier deporte.
Los Pumas volvieron a perder o no dominar los scrums, lo cual es repetitivo, pero le agregaron su impericia en el line. Sin embargo, en algunos pasajes pudieron tener la pelota (sobre todo por pérdidas del rival), pero nunca pusieron el pie en los 22 metros rivales en el PT. Del otro lado, los Wallabies llegaron cinco veces para marcar otro try (Kerevi, buena habilitación de Cooper con el pie) y un penal.
El 17-3 tras haber sumado la posesión (64 a 36%) y atacado mucho más (63-32 en tackles para Los Pumas) hasta pareció poco en favor de los australianos; o sea, barato para Los Pumas.
El objetivo para el ST era equivocarse menos y tener la iniciativa. Para eso había que fortalecerse en algo. En ese sentido, el maul es lo que mejor le sale al seleccionado, y con esa jugada llegó al try, tercera vez en cinco partidos, por intermedio de Montoya (17-8). Y en la jugada siguiente tuvo una buena chance aunque sea para sumar con un penal, pero en un arrebato innecesario, Kremer empujó a Koroibete y el árbitro dio vuelta el penal.
Los Pumas habían mejorado gracias al maul al que recurrían cada vez que podían, pero sus propias malas decisiones o errores conspiraban contra ellos. Boffelli tuvo una nueva chance de sumar, pero falló su tercera petada (posibles ocho puntos; en el banco estaba Miotti, apertura y pateador natural, que recién entró a los 73′) y, ya con otro penal a favor, gran chance de ir al line y buscar otro maul, nuevamente Kremer cometió una inconducta: patada más de fútbol que de rugby a Hodge para que el árbitro nuevamente dieron vuelta un penal y amonestara al ala (diez minutos afuera). En la siguiente, O’Connor no perdonó con su patada: 20-8.
Kremer ya estaba para entrar pero el DT (Mario Ledesma) lo castigó dejándolo afuera y mandó a Joaquín Oviedo (19) a la cancha, uno de los tres debutantes que entraron en el ST junto con Rodrigo Martínez (24) y Mateo Carreras (21). Parecía mentira por cómo habían jugado Los Pumas, pero también por cómo habían jugado los australianos, el partido estaba a tiro. Otro maul con destino de try cerca de la meta rival fue detenido por los locales y… hasta ahí llegaron Los Pumas.
Porque a los 69′, Kellaway apoyó el tercer try de los Wallabies y se liquidó la historia, sobre todo porque Argentina no volvió a tener la pelota en ataque.Play VideoResumen de Australia vs. Los Pumas
Una lástima, porque el partido estaba para ganarlo. pero con el juego que estos Pumas vienen demostrando en el torneo, es muy difícil que lo hagan. El sábado que viene, otra vez ante Australia, queda la última chance de hacer algo un poco mejor. Y si es posible, irse con una victoria que saque ese cero molesto en la tabla.