l inevitable descongelamiento de precios que se esperaba y se espera para después de las elecciones en muchos rubros de la economía, tanto luego de la primera vuelta como tras los comicios que definirán al nuevo presidente el próximo domingo, llegó a toda velocidad. Las subas de las naftas y del dólar oficial, por ejemplo, han tenido más repercusión pública que otras que también se están registrando y tocan el bolsillo de los argentinos como las que se produjeron en el precio de los medicamentos.
Tras el acuerdo de precios al que habían llegado el Gobierno y la industria farmacéutica, que vencía el 31 de octubre pasado, llegaron los aumentos: el 1° de este mes hubo un incremento promedio del 15% y ayer se concretó un nuevo ajuste de un 12% promedio. “Depende de cada laboratorio. Algunos [el 1° [de noviembre] aumentaron un 5 o 10% y otros el 25%. Algunos ya calculan los costos con un dólar oficial de 550 pesos”, confirmaron fuentes de los laboratorios, que afirmaron que no todos aumentaron lo mismo. “En promedio la suba es del 12% y seguimos sin tener acceso a las divisas desde hace un mes”, se quejaron.
El inevitable descongelamiento de precios que se esperaba y se espera para después de las elecciones en muchos rubros de la economía, tanto luego de la primera vuelta como tras los comicios que definirán al nuevo presidente el próximo domingo, llegó a toda velocidad. Las subas de las naftas y del dólar oficial, por ejemplo, han tenido más repercusión pública que otras que también se están registrando y tocan el bolsillo de los argentinos como las que se produjeron en el precio de los medicamentos.
Tras el acuerdo de precios al que habían llegado el Gobierno y la industria farmacéutica, que vencía el 31 de octubre pasado, llegaron los aumentos: el 1° de este mes hubo un incremento promedio del 15% y ayer se concretó un nuevo ajuste de un 12% promedio. “Depende de cada laboratorio. Algunos [el 1° [de noviembre] aumentaron un 5 o 10% y otros el 25%. Algunos ya calculan los costos con un dólar oficial de 550 pesos”, confirmaron fuentes de los laboratorios, que afirmaron que no todos aumentaron lo mismo. “En promedio la suba es del 12% y seguimos sin tener acceso a las divisas desde hace un mes”, se quejaron.
En el Gobierno hay preocupación. La Secretaría de Comercio y el Ministerio de Salud ya convocaron de urgencia a una reunión para mañana a las tres cámaras sectoriales: Cilfa (laboratorios nacionales), Caeme (extranjeros) y Cooperala (cooperativas). “Los estamos convocando para el día de mañana porque queremos que nos justifiquen los aumentos en los precios toda vez que el sector ha venido teniendo incrementos en lo que va del año por arriba de la inflación y del dólar. Esto hasta ocurre inclusive en noviembre; si suben debería ser parecido a la inflación esperada y vemos que eso en algunos casos no estaría ocurriendo”, dijeron fuentes de la Secretaría de Comercio ante la consulta de La Nación. Hay expectativa por un posible pedido de que se retrotraigan los aumentos o que se impulse un nuevo acuerdo.
El sector vive días convulsionados. Con una creciente crisis en la salud que corre a la par de la crisis económica, la histórica tensión entre laboratorios, farmacias, prepagas, clínicas y prestadores de servicios se potenció y cada uno lucha por defender su parte dentro del sistema. Los actuales mecanismos de financiación no son suficientes para atender el problema, del que los candidatos presidenciales hasta ahora han hablado poco y nada. El último conflicto fuerte es el de la amenaza de las farmacias de la provincia de Buenos Aires de limitar la venta de medicamentos con descuento para PAMI, obras sociales y prepagas.
“Las droguerías modificaron las condiciones de venta con una reducción en los tiempos de pagos o descuentos a las farmacias y hay, también, una limitación de la cantidad disponible de productos para la reposición. Es la suma de estos factores lo que está generando complicaciones en el trabajo diario. Si esto se sostiene, las farmacias chicas no podrían sostenerse”, habían declarado en el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires (Colfarma) la semana pasada.
Hoy, la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (CILFA) señaló que “los laboratorios argentinos han acompañado las políticas de estabilización de precios implementadas por las autoridades económicas del país, y han honrado puntualmente todos los compromisos asumidos. Sin embargo, finalizado el plazo previsto para mantener estables los precios de los medicamentos, se han visto en la necesidad impostergable de efectuar una corrección de los mismos para poder hacer frente a una situación compleja que amenazaba la sustentabilidad económica y financiera de las compañías”.
La institución que nuclea a los laboratorios nacionales señaló que “se han visto precisados de recuperar los precios de los medicamentos tras más de 70 días de congelamiento durante los cuales, incluyendo noviembre, los precios generales de la economía habrán crecido en torno de un 45%. Se suman la necesidad de afrontar las paritarias firmadas con los trabajadores de la salud que implican un incremento anual de salarios del 143% y, finalmente, la necesidad de tomar cobertura frente a las dificultades de acceder a las divisas y el contexto de alta incertidumbre cambiaria motivado por la inminencia de las elecciones presidenciales”.
Por su parte, fuentes de los laboratorios extranjeros, que se agrupan en la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme), dijeron que: “Los laboratorios asociados a la cámara mantienen una razonable política de precios. Los precios de los medicamentos de los laboratorios asociados a CAEME reflejan el impacto de la evolución de los costos y las variaciones cambiarias”.