Miembros de la familia que integraba el joven de 17 años asesinado este miércoles, dispararon contra la vivienda de unos parientes en aparente represalia por lo ocurrido. Al momento de la balacera se trasladaban en el vehículo robado frente a su domicilio.
Continúan los vestigios de un aparente conflicto familiar entre los Nieves que se llevó la vida del joven Kevin de 17 años el miércoles por la noche, cuando fue ultimado de un balazo que terminó con su vida al alojarse cerca del corazón cuando transitaba por el predio de La Saladita en moto.
Este jueves miembros de la familia afectada fueron hasta la casa de unos parientes cercanos sobre las 18h y descargaron una pistola apuntando hacia la vivienda situada en calle Pensamiento y 12 de octubre.
Los agresores se movilizaban en un Chevrolet Corsa color blanco, que al momento de ser divisado por personal de la Seccional Séptima se le realiza señales de luz y sonoras para detener su marcha.
Haciendo caso omiso a la orden, las dos personas a bordo identificadas como R. N. y A. N. salieron del vehículo con intenciones de escapar e ingresan en una vivienda aparentemente de sus familiares, situada en Gansos Verdes al 3800, donde se encontraban otras 15 personas en su interior.
Personal de la División Sustracción de Automotores se hizo en el lugar para corroborar los datos del auto abandonado, dando con que tenía pedido de secuestro desde el 1 de marzo de este año, siendo el vehículo que fue sustraído desde el frente del domicilio de su propietaria.
Fue así que el Chevrolet Corsa color blanco, al que le habían colocado una patente apócrifa en clara infracción al artículo 289 inciso 3 del Código Penal Argentino, quedó secuestrado y fue trasladado a la Planta de Verificación, no sin antes solicitar refuerzos debido a las agresiones verbales por parte de los vecinos del sector por la presencia policial.
Un agente debió trasladar el vehículo conduciéndolo dado que no arribaba la grúa para el secuestro del automóvil robado.
