«Los movimientos sociales vinieron para quedarse”

«Lo tarde que reaccionó la política argentina al fenómeno social que estaba sucediendo fue una de las cosas que más me sorprendió cuando investigué los movimientos sociales desde 1993 a 2019. Estos movimientos vinieron para…

sábado 14/09/2019 - 9:51
Compartí esta noticia

«Lo tarde que reaccionó la política argentina al fenómeno social que estaba sucediendo fue una de las cosas que más me sorprendió cuando investigué los movimientos sociales desde 1993 a 2019. Estos movimientos vinieron para quedarse y no desaparecerán por más que tengan trabajo en blanco», resumió Agustín Álvarez Rey es periodista político, autor de La nueva columna vertebral.

El periodista político Agustín Álvarez Rey comenzó haciendo una diferenciación muy interesante que existe dentro de los movimientos sociales: «Hablar de movimientos sociales como un genérico es como hablar de peronismo sin dar más detalle. Los movimientos sociales son un entramado complejo y diverso que requiere una mirada más profunda que la que se aplica sobre el caos de tránsito y la mera protesta.

No es lo mismo el Polo Obrero, el movimiento de Teresa Rodríguez, que los Cayetanos (Movimiento Evita, Barrrios de Pie y la CCC). No es lo mismo Daniel Menéndez, de Barrio de Pie, que otros del mismo Barrios de Pie que están más cercanos al Polo Obrero.

Consultado por Urgente24 sobre qué lugar ocupa la CTEP en este entramado complejo y quién manda ahí, respondió:

«Bueno, es una organización muy transversal y horizontal. Las figuras públicas que la gente conoce no son quienes marcan las líneas más profundas de los movimientos sociales ni quienes toman las decisiones.

Si vos preguntás a quien esté más o menos informado quién es el líder de la CTEP, te van a responder que es Juan Grabois pero en realidad él tiene un cargo en la CTEP. El secretario general es Esteban ‘Gringo’ Castro, que es mucho menos conocido pero mucho más respetado puertas adentro.

Entonces, cada sector tiene su propio espacio: si uno dice Movimiento Evita, es Emilio Pérsico; si uno dice CTEP, es el Gingo Castro; si uno dice Barrios de Pie, es Daniel Menéndez. Ahora, todo eso confluye en unidad de acción en la calle.

El mayor cuestionamiento a Juan Grabois fue cuando decidió acompañar a Cristina a Comodoro Py. Dentro de la organización entienden, no por Cristina porque podría haber sido cualquier otro dirigente, que cualquier cercanía a un espacio puede traer atrás una ruptura de la construcción de los movimientos sociales».

¿Doble mensaje?

Hay una necesidad que la expresan: más allá de quién gobierne, su espacio de disputa política sigue siendo la calle. Entonces, desde la calle, cada uno con sus maneras y formas, van a seguir expresándose. Pasó con el kirchnerismo, pasa con Macri y seguirá pasando con quien gobierne.

Una parte de la sociedad y de la dirigencia argentina no parece estar entendiendo eso. Más allá de la emergencia alimentaria, ¿qué lugar van a tener esos trabajadores? Eso va a estar en la calle porque se está discutiendo un nuevo sistema laboral, de derechos y demás.

Una más, inevitable: ¿Cuál es el rol del Papa Francisco?

Ocupa un lugar de referencia y relación personal con algunos dirigentes. ‘El papa no nos da órdenes, pero tenemos una relación personal y lo consultamos’, me dijeron cuando investigué. Ellos lo ven como una referencia y mantiene una relación frecuente con los movimientos sociales.

Compartí esta noticia