El cantante mexicano aterrizó en la Argentina para deslumbrar a sus fanáticos. Antes, puso condiciones que sorprendieron a los organizadores.
La serie que cuenta su vida lo volvió a poner en el centro de la escena. Luis Miguel emprendió una gira mundial y volvió a conectarse con sus fanáticos alrededor del mundo. El «Sol de México» brilló en Córdoba, repasó su carrera y cantó casi dos horas en el estadio Orfeo Superdomo.
Ahora, el cantante mexicano emprendió su visita a Buenos Aires. Se reencontrará con su público el viernes y el sábado, en el Campo Argentino de Polo. Antes de aterrizar en la ciudad de la furia, hizo excéntricos pedidos que sorprendieron a los organizadores. La lista fue aprobada y el artista disfrutará de cada una de sus peticiones.
¿Qué pidió el mexicano? Velas de diferentes colores, jabones con aroma a vainilla, que las paredes de los camarines estén tapizadas con telas negras y una docena de toallas blancas para tener una siempre a mano. Estos requisitos para tocar en Buenos Aires son excéntricos, pero no son los únicos.
Ahora, el cantante cuida mucho su salud y le presta atención a su alimentación. Por eso, también pidió tener frutas importadas, frutos secos, quesos y bebidas colas sin azúcar. Este año, cambió la marca de agua mineral: tomará Electrolight, una isotónica y Esential Water, una bebida destilada.