Postales de una Argentina con el dólar blue en los $1000: un comerciante le pregunta a uno de sus proveedores si consumió“drogas de las malas” porque le pedía pago por adelantado para enviarle un pedido de cintas bifaz. En una semana de fuerte tensión cambiaria en el mercado paralelo hubo de todo: demora en las entregas, presupuestos “volátiles”, falta de stock y ventas a la mínima expresión.
Un comerciante del rubro de las librerías con años en el sector directamente apelaba al llamado a la solidaridad con sus proveedores. “Lo que les planteé es sentido común: cuidémonos la espalda, no nos desviemos del eje, porque esto va a pasar y la Argentina va a continuar: lo que necesitamos es salir lo más indemnes posibles sin pisarle los callos a nadie”, decía.
El dólar blue, un mercado marginal según describe el Gobierno, y los financieros marcan el ritmo de, por lo menos, un tercio de los precios de la economía argentina, según análisis privados.
Equilibra lo mide al contado con liquidación (CCL), el tipo de cambio al que acceden las empresas para enviar divisas al exterior. La consultora estima que un 28% de los precios de la economía se rigen por la variación de este número.
Los rubros son hotelería, equipos audiovisuales, autos y autopartes, libros, equipos telefónicos, muebles y electrodomésticos y constituyen el 20% del Índice de Precios al Consumidor (IPC), el índice de inflación que publica de manera mensual el Indec.
En el caso de las empresas más chicas y los comercios, esto es trasladable al valor del blue, que es la referencia para las firmas que no tienen tanta sofisticación financiera y tampoco pueden acceder tan fácilmente al dólar oficial, por el super cepo que rige sobre las importaciones.
“Vivimos una situación bastante caótica con este dólar ‘pánico’,que rige gran parte de la economía argentina porque es uno de los pocos a los que se puede acceder”, dijo a TN Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).
“Muchos comerciantes no saben qué hacer, porque no saben si van a poder reponer la mercadería. Muchos de ellos guardan las mercaderías o prefieren no venderla porque el stock es la base fundamental de cada comercio”, detalla.
Los comercios que tienen más incidencia de bienes dolarizados en sus ventas sintieron el impacto inmediato.
Sergio Angiuli, presidente de la Cámara de Ferreterías y Afines de la Argentina (Cafara), apunta que la situación está “cada vez más complicada”, aun con un dólar blue que cerró la semana a la baja, en $980. “La mayoría de los importadores suspendieron la entrega de mercadería porque realmente aluden a no saber con qué dólar van a reponer. Estos días son feriado largo, vacacional, cambiario y comercial para nuestro rubro, aunque seguimos abiertos”, apunta.
Mientras, hubo distintos escenarios en supermercados y almacenes. Los primeros, más regidos por el dólar oficial -y por eso sufrieron el sacudón post devaluatorio tras las PASO- vieron incrementos en las ventas de electrodomésticos, señalan desde ASU, la asociación que nuclea a las grandes cadenas. Es un comportamiento típico de épocas cuando se amplía la brecha cambiaria, que ya alcanzó el 180%. “Nos vaciaron el stock”, dicen.
En cambio, para los almaceneros el escenario fue distinto. “Cada vez que cambia el dólar blue, acá cambian los precios -apunta Fernando Savore, titular de la Federación de Almaceneros bonaerense-. La mañana después (por el miércoles 11) de que el paralelo superara los $1000 llegaron varias listas de precios con subas de entre un 10% y un 12%”.