Las construyen en un predio de la Agrupación Isabel. De esta forma, se dan a conocer, suman «changas» y algunos de ellos esperan la jubilación.
Los ex trabajadores de Lufkin, que supo ser una empresa que reparaba equipos petroleros, colaboran con su oficio de soldadores en el armado de salamandras para las familias que lo necesitan. La Agrupación Isabel les prestó un espacio para trabajar mientras esperan nuevas oportunidades laborales.
«Esto también nos permite seguir en actividad y mostrarnos ante algún empresario que quizás necesite mano de obra calificada. Acá son todos muchachos con la experiencia del trabajo que hacíamos en Lufkin. Si alguien quiere un laburo, lo puede traer acá y los muchachos están a disposición», señaló Luis Ruarte, en una entrevista con Comodoro 24.
«La mayoría de los muchachos hacían changas, cobrábamos un subsidio de la ANSES que ya se nos terminó y ahora el gobierno provincial nos da una entrada. Pero nosotros no queremos subsidio ni nada, queremos trabajar», manifestó Ruarte.
Muchos de los integrantes de esta iniciativa tienen los aportes realizados luego de tantos años en Lufkin, sin embargo no tienen la edad suficiente para jubilarse. Es así que para tener un ingreso económico y seguir el ritmo laboral, están con este tipo de trabajo en conjunto con la Agrupación Isabel.
Los trabajadores de esta forma brindan un servicio solidario, pero se dan a conocer, suman «changas» y esperan una oportunidad laboral o terminar los trámites de jubilación. Para contactarse con ellos y ayudarlos, dejaron el siguiente número telefónico: (297) 154-740824.
