La demora significó una grave pérdida de tiempo cuando actuar rápido podría haber evitado la propagación global del brote.
El Instituto de Virología de Wuhan, el laboratorio señalado por varios expertos como uno de los lugares donde pudo originarse el coronavirus, y el régimen chino obstaculizaron la entrega de muestras del nuevo patógeno SARS-CoV-2 a científicos estadounidenses, lo cual causó demoras decisivas en momentos en que actuar con rapidez podría haber sido clave para desarrollar contramedidas y evitar la propagación global de brote, publica Infobae.
El comportamiento del régimen de Xi Jinping y del laboratorio se desprende de una serie de correos electrónicos intercambiados entre los científicos del Laboratorio Nacional de Galveston en Texas y los científicos del Instituto de Virología de Wuhan, que habían ayudado a capacitar. Los correos fueron obtenidos por el diario South China Morning Post.
Según la información del periódico hongkonés, el laboratorio Laboratorio de Galveston, afiliado al gobierno de Estados Unidos, esperó durante días mientras un científico de Wuhan que supervisaba la transferencia del virus informaba poco progreso en un proceso que parecía obstaculizado por la necesidad de la aprobación del régimen chino.
El intercambio muestra la renuencia de China a compartir el material en los primeros días críticos de la pandemia, dijeron expertos con conocimiento sobre los documentos. Para los investigadores de Texas, la demora significó una grave pérdida de tiempo en las primeras fases de la pandemia, cuando actuar con rapidez podía marcar la diferencia en la difusión del brote.
James Le Duc, el entonces director del laboratorio de Texas, advirtió a sus homólogos chinos que las demoras podrían dañar la posición internacional de China y privar a los científicos de material para su propia investigación.
“Estás en una posición muy desafiante y estás haciendo un gran trabajo. Sin embargo, recomendaría que organice e implemente rápidamente una forma de compartir los aislamientos de [virus] de referencia“, escribió en un correo electrónico del 22 de enero a Yuan Zhiming, director del Laboratorio Nacional de Bioseguridad en el Instituto de Virología de Wuhan.
“Con casos que ocurren fuera de China, otros pronto tendrán sus propios aislamientos y China habrá perdido la oportunidad de liderazgo”, escribió.
“Y si comienzan a aparecer publicaciones científicas de investigadores chinos sin que el mundo tenga acceso independiente a una cepa, es probable que China sea muy criticada”.
En efecto, desde el comienzo de la pandemia China ha sido acusada de encubrir los orígenes del brote. El régimen también obstaculizó o intentó influir en la investigación de la Organización Mundial de Salud, cuyas conclusiones fueron rechazadas por la comunidad científica internacional.